Mantener nuestros datos, aplicaciones y sistema operativo a salvo en todo momento es algo de lo que por regla general se encarga el antivirus instalado. De ahí precisamente la importancia de este tipo de programas y la casi obligatoriedad de mantener en funcionamiento un software de estas características.
Partamos de la base de que cada vez trabajamos con datos más personales y sensibles en nuestros ordenadores. Además, estos generalmente están conectados a internet y asimismo compartimos muchos de estos archivos online. De ahí precisamente que debamos establecer una serie de normas y reglas que nos permitan poder llevar a cabo todo esto con seguridad. Un antivirus es un filtro muy efectivo que se encarga de protegernos contra todo tipo de ataques y evitar que estos se hagan con los otros archivos.
Además de Windows Defender, el antivirus que por defecto encontramos en el sistema de Microsoft, hay otras muchas soluciones de terceros. La mayoría pertenecen a empresas muy conocidas en el sector de la seguridad y que nos proponen proyectos plagados de funciones. Ha llegado un momento en que estos antivirus no solo se limitan a protegernos contra códigos maliciosos. Muchos de ellos se encargan de ofrecernos funciones adicionales para proteger contraseñas, limpiar el sistema, ofrecernos una navegación privada, un control parental, y más.
Pero para lograr estos objetivos relacionados con la seguridad no basta con instalar el antivirus y olvidarnos. También es importante que nosotros mismos tomemos ciertas medidas en el uso del PC y además mantengamos este software del que os hablamos en todo momento a punto. Generalmente adquirimos una suscripción anual a nuestro antivirus favorito, por lo que igualmente debemos estar atentos a su fecha de caducidad.
Qué hacer si el antivirus instalado en el PC caduca pronto
Muchas de las empresas de seguridad a las que nos referimos nos ofrecen una suscripción a sus productos a lo largo de un determinado período de tiempo, y para un número de ordenadores. Esto significa que en el momento en el que finalice ese período de suscripción, el software de seguridad deja de funcionar y no nos ofrece la debida protección. Por tanto, llegados a este punto debemos tomar una serie de medidas para no quedar desprotegidos en el día a día con el equipo.
Si nos vemos en la situación en la que nuestro antivirus actual va a caducar en unos días, antes de que llegue el momento debemos tomar alguna decisión.
- Renovar y pagar la actual suscripción: quizá el camino más sencillo llegados a este momento sea renovar la actual suscripción al antivirus contratado. En muchas ocasiones el software instalado nos da la posibilidad de hacer esto de forma automática antes de que llegue la fecha límite.
- Cambiar de antivirus por otra modalidad o desarrollador: también se puede dar el caso de que deseemos cambiar de modelo de suscripción por uno más básico, o más avanzado. Igualmente tenemos la posibilidad de cambiar la empresa de seguridad y decantarnos por el antivirus de otra firma, ya sea por precio o por funcionalidad. Eso sí, antes de instalar otro antivirus en nuestro equipo, lo más recomendable es eliminar por completo el actual para evitar conflictos.
- Usar un software gratuito como Windows Defender: por otro lado, también hemos podido tomar la determinación de dejar de pagar por un programa de este tipo. Tenemos al alcance de la mano multitud de soluciones gratuitas, como sucede con la que Microsoft nos ofrece en su sistema operativo.