Si ves esta pantalla de actualización de Windows, tienes un problema: es un peligroso virus

Los piratas informáticos siempre buscan la manera de que sus amenazas pasen lo más desapercibidas posible cuando se ejecutan de manera que no levantes las sospechas de los usuarios. Algunas veces es más fácil darse cuenta de una amenaza, pero otras los piratas informáticos han hecho un trabajo mucho mejor y son capaces de ocultar el peligro, y engañar hasta a los usuarios más experimentados, como han conseguido hacer con el nuevo ransomware «Big Head».
La firma de seguridad Trend Micro acaba de publicar un informe sobre un nuevo ransomware, Big Head, que se está cobrando una gran cantidad de víctimas por todo el mundo, especialmente en Europa. Y es que la forma de seguridad ha detectado un aumento considerable en países como Alemania, Reino Unido, Italia, Francia y, por supuesto, España.
Este ransomware llega a los usuarios a través de multitud de formas (webs, redes sociales, spam, etc), y se hace pasar por una falsa actualización de Windows o de Office para llamar la atención y aumentar la probabilidad de que los usuarios hagan clic sobre ella y la ejecuten en su PC. Esta ventana suele durar unos 30 segundos y, cuando llega al 100%, se cierra automáticamente, dejando ya numerosos archivos cifrados e irrecuperables.
Cuando lo hace, todo está perdido. Big Head es un ransomware que está escrito en .NET que instala en el ordenador tres archivos cifrados con AES: el primero de ellos es el que se utiliza para propagar el malware; el segundo se trata de un bot de Telegram a través del cual recibe las ordenes de los piratas; y el tercero es el encargado de cifrar los archivos y mostrar la ventana falsa con la actualización de Windows.
Cuando se ejecuta, lo primero que hace es crear una serie de entradas de auto-ejecución en el registro del sistema, sobrescribiendo todos los archivos que haga falta. Y, después, configura los permisos de archivos necesarios y desactiva el administrador de tareas para que no se pueda ejecutar. Además, crea una lista negra con los directorios del sistema (Windows, Papelera, Archivos de programa, App Data, etc) para evitar que, al realizar el cifrado, el sistema pueda quedar inutilizado.
Cada víctima tiene un ID diferente, el cual tiene una longitud de 40 caracteres, y el malware crea una carpeta con él dentro de %appdata%. Cuando se ejecuta, lo primero que hace es eliminar todas las shadow copies que podamos tener en el sistema para evitar que se puedan recuperar los datos. Y, acto seguido, desactiva una serie de procesos y servicios de Windows para evitar que se pueda detectar la amenaza.
Al acabar de cifrar los datos, el malware cambia el fondo del escritorio de la víctima por otro personalizado donde se le informa de la infección y se le indican las instrucciones correspondientes para proceder con la eliminación del malware.
Cómo protegerse del ransomware Big Head
De momento, muy pocos antivirus son capaces de detectar y bloquear esta amenaza. Fortinet y Trend Micro son dos de los primeros en detectarla y, por tanto, los primeros que son capaces de proteger a los usuarios de este ransomware antes de que se ejecute en el PC. Poco a poco, gracias a la nube, las firmas de estos virus irán llegando a otros antivirus, pero, por ahora, debemos extremar precauciones.
Las recomendaciones para evitar ser víctimas de esta amenaza son las de siempre: evitar descargar y ejecutar archivos que encontremos en Internet, no entrar en enlaces de dudosa fiabilidad y no abrir archivos que nos lleguen a través del correo electrónico.
Y, por supuesto, es importante tener copias de seguridad de los datos más importantes. Así, si caemos víctimas de una amenaza así, podremos recuperar los datos.