Es algo que ya hemos comentado en innumerables ocasiones, nos referimos a la necesidad de usar un antivirus en nuestro PC con Windows. Esto nos protege de la gran mayoría de las amenazas que en estos momentos pueden acechar a nuestro equipo. Además también nos servirán para aumentar la privacidad y la seguridad de los datos personales almacenados. Por ejemplo para ello podemos echar mano de Windows Defender, el antivirus de Microsoft para su sistema operativo.
Esta solución de seguridad llegó de la mano de Microsoft al mismo tiempo que lanzaba Windows 10. Cierto es que con el tiempo no ha parado de crecer y mejorar, por lo que la confianza de los usuarios va en aumento a medida que recibe nuevas actualizaciones. Sin embargo aún los hay que no quieren usar este software de los de Redmond. Los motivos pueden ser de diversa índole, por lo que a continuación veremos algunos de los más significativos.
Hasta hace unos meses este es un antivirus integrado en Windows 10 que se podía desactivar definitivamente mediante unos ajustes en el registro. Pero eso ya no está permitido, por lo que tendremos que echar mano de aplicaciones de terceros. Al mismo tiempo, desde el propio antivirus, lo podemos desactivar de manera temporal si tenemos que llevar a cabo alguna acción puntual, como instalar un software señalado como peligroso. Pero sea como sea, estas son algunas de las principales razones por las que no usar Windows Defender en estos momentos en tu equipo.
Para utilizar otro antivirus de terceros
A pesar de que Windows Defender es un antivirus que ha mejorado sustancialmente con el paso del tiempo, aún muchos desconfían del mismo. Prefieren hacer uso de las soluciones de toda la vida a través de empresas con más experiencia en el sector. Es por ello que podemos echar mano de eso programas de seguridad de terceros e instalarlos en Windows. Es más, en el caso de que Windows Defender detecte otro antivirus, se desactiva por sí solo y deja de funcionar.
Por temas de privacidad con Microsoft
Uno de los grandes problemas que muchos usuarios tienen con Windows 10, vienen derivados por temas de privacidad y telemetría. Es por ello que esto en ocasiones se hace extensible a los escáneres de nuestros datos que realiza Windows Defender. Por tanto algunos consideran que para salvaguardar su privacidad al usar Windows al máximo, prefiere desactivar el funcionamiento del mencionado programa.
No quieren un antivirus en el PC
Cada uno con su ordenador y su propio sistema Windows hace lo que más le plazca. Por tanto, si por la razón que sea se decide no usar un antivirus que bloquee ciertas descargas de ficheros o que no me deje acceder a determinadas webs, Windows Defender es un escollo. La razón de ello es que de manera no elegida se implementa con el mismo Windows, y además funcionando a pleno rendimiento. Por tanto, estos usuarios están en su pleno derecho de querer desactivar la solución de seguridad de Microsoft.
No se fían de las actualizaciones de Windows Update
Para terminar diremos que uno de los grandes hándicap ante el que se enfrenta Microsoft con Windows 10, son las actualizaciones que nos llegan a través de Windows Update. Además el mencionado antivirus igualmente se actualiza por esta vía, con los fallos que a veces se producen, en ocasiones graves. Es por ello que otros pueden tomar la determinación de dejar de usar este programa de protección para evitar potenciales errores en las actualizaciones.