Rara es la semana en la que no vemos una noticia en la que hablan de que un grupo de hackers ha irrumpido en sus sistemas, ha robado su base de datos, y la ha puesto a la venta en la Deep Web. Muchas veces son webs que ni siquiera conocemos, por lo que nuestros datos no han caído en las garras de estos ciberdelincuentes. No obstante, esta vez el ataque ha sido bastante más grave. Y, casi seguro, te afecta.
Tal como hacen eco los compañeros de ADSLZone, recientemente ha habido un robo masivo de 16.000 millones de usuarios y contraseñas de los servicios y plataformas más grandes de Internet, entre los que se incluyen Apple, Google, Facebook (Meta), Telegram y Netflix.

Tal como aseguran los expertos de Cybernews, que son quienes han dado a conocer esta filtración, esto no se trata de un robo normal y corriente, sino de un plan masivo de explotación que ha puesto en peligro a miles de millones de usuarios de todo el mundo. Y tiene lógica, ya que es raro que una sola persona no tenga una cuenta en Apple, Google, Facebook, Amazon, Netflix, PayPal, Telegram, Microsoft o Roblox.
Aunque no se sabe con certeza la veracidad de los datos filtrados, es muy probable que los credenciales sean válidos, ya que pertenecen a filtraciones muy muy recientes. Por ello, es vital tomar medidas cuanto antes para poder estar seguros.
Cómo protegernos
En cualquier momento podemos ser víctimas de un robo masivo de datos de este estilo. Y es más que posible que no sea culpa nuestra. Por ello, es muy importante llevar a cabo una serie de recomendaciones de seguridad para mitigar al máximo el daño potencial que nos puede causar.
Lo primero es contar con un buen plan de contraseñas. Dentro de este plan podemos tener en cuenta:
- Usar contraseñas únicas para cada web o servicio. Así, si roban los credenciales de una web, no podrán usarlos para entrar en otras con nuestro correo.
- Generar contraseñas seguras y aleatorios. Cada clave, además de diferente, debe ser segura. Tiene que tener más de 15 caracteres y mezclar letras mayúsculas, minúsculas, números y símbolos.
- Renovar las contraseñas de forma periódica. Un cambio de contraseña por otra generada al azar ayuda a que, si logran robar una, cuando la intenten usar ya no será válida.
Por supuesto, somos conscientes de lo complicado que es tener controladas todas estas contraseñas. Y es por ello por lo que, para ayudarnos en esta labor, podemos echar mano de un gestor de contraseñas, como Bitwarden o NordPass, si queremos depender de la nube, o KeePass si queremos algo OpenSource y controlado localmente.
Además de contraseñas seguras, también es muy importante activar los sistemas de doble autenticación siempre que estén disponibles. Estos nos ayudan a que, si alguien se hace con nuestro usuario y contraseña, al intentar entrar no podrá hacerlo por no tener este código en su poder.
Poco a poco las contraseñas van siendo cosa del pasado, y la apuesta de un Internet «passwordless» gracias a las passkeys parece que, tarde o temprano, acabará con las filtraciones.