Cuando tomamos la decisión de utilizar nuestro PC como primera plataforma a la hora de ejecutar nuestros juegos favoritos, Steam es una de las soluciones más interesantes. Desde aquí tendremos la posibilidad de buscar, comprar, descargar y usar aquellos títulos que deseamos en nuestro ordenador.
Evidentemente los mismos deben estar disponibles en la biblioteca de la tienda online, aunque esta es lo suficientemente amplia como para cubrir nuestras necesidades. Aunque buena parte de las acciones y funciones de Steam las podemos llevar a cabo desde su versión web, lo interesante es instalar su correspondiente programa. Esto nos dará acceso a un enorme abanico de posibilidades en forma de funciones que nos ofrece el cliente de Steam. Quizá de entre las más interesantes están aquellas relacionadas con interactuar con otros usuarios.
De igual modo podremos gestionar nuestra biblioteca de videojuegos, administrar su contenido, añadir programas, juegos de otras tiendas y mucho más. No cabe duda de que uno de los elementos más importantes aquí es en la mencionada biblioteca personal. En la misma almacenamos todos aquellos títulos que vamos adquiriendo con el paso de los meses y los años. Por tanto, aquí podemos acumular cientos o incluso miles de juegos a nuestra disposición.
Es por todo ello por lo que en ciertas ocasiones nos podemos preguntar acerca de la posibilidad de compartir estos con otros usuarios. Evidentemente a través del mencionado cliente de la tienda Steam. Pues bien, aquellos que en alguna ocasión os hayáis planteado esta cuestión, os diremos que sí que tenéis la posibilidad de compartir juegos con otras personas en Steam. Cabe mencionar que esto es algo que podremos llevar a cabo con hasta 5 cuentas diferentes.
Limitaciones al compartir juegos en Steam
La función que os comentamos la podemos activar desde el apartado de modo familiar del cliente de la plataforma. Al mismo tiempo es imprescindible que tengamos activada la protección en la nube de Steam Guard.
Como os podréis imaginar el poder llevar esto a cabo nos abre un amplio abanico de posibilidades si disponemos de una gran biblioteca y de títulos interesantes para otros. Pero con todo y con ello aquí vamos a encontrar una serie de limitaciones que quizá emborronen en parte esta funcionalidad.
En primer lugar, debemos tener en consideración que no todos los títulos de la biblioteca se pueden compartir. Por ejemplo, aquellos que requieran algún tipo de suscripción o clave de acceso. Además, aquellos juegos que compartimos con otros tan solo pueden estar en ejecución una vez. Con esto os queremos decir que, si otra persona está jugando con un determinado software, nosotros no podremos ponerlo en funcionamiento.
Por otro lado, y como es fácil de imaginar, el beneficiario del préstamo de juegos necesita de una buena conexión constante para jugar a los títulos de la cuenta original. Claro está, podrá jugar a esos juegos que le hayamos compartido siempre y cuando nosotros, los titulares, no estemos ejecutándolos en ese momento. A todo esto, le debemos sumar que si el propietario del videojuego decide ponerlo en marcha cuando el receptor lo tiene en ejecución, este tiene unos minutos para abandonarlo.
Una vez sabemos todas estas limitaciones, podemos llegar a la conclusión de que esta es una buena función para aquellos juegos que normalmente no utilizamos nunca y que queremos que otros utilicen.