A la hora de crear nuestros propios documentos personales basados principalmente en textos, normalmente usamos un editor para ello tipo Word. Sin embargo, si queremos ir un paso más allá y generar documentos algo más complejos, una buena solución nos la encontramos con los populares archivos en formato PDF.
Estos son los documentos que con determinadas aplicaciones tenemos la posibilidad de crear partiendo de cero. Pero al mismo tiempo podemos generarlos a partir de otros tipos de archivos tales como DOCX, PPTX, imágenes, etc. Lo cierto es que este formato en concreto, inicialmente creado por Adobe, no ha parado de crecer y extenderse a todo tipo de entornos de uso. Los mismos suelen estar compuestos por múltiples tipos de elementos tales como los mencionados textos, imágenes, vínculos, botones, tablas, gráficos, vídeos, etc.
Con el paso del tiempo multitud de programas han ido adaptando sus funciones para que tengamos la posibilidad de crear un PDF de manera directa. Incluso el propio sistema operativo Windows nos presenta una funcionalidad llamada Print to PDF que podemos utilizar desde multitud de aplicaciones instaladas. Sin embargo, a la hora de generar este tipo de contenidos debemos tener en consideración algunos aspectos para así evitar fallos y problemas al abrir un PDF. Y es que, a pesar de la sencillez de estos procesos, en ocasiones obtenemos resultados no deseados.
A la hora de crear este tipo de archivos de manera personalizada son varios los parámetros y apartados que debemos tener en consideración. Esto nos evitará disgustos más adelante cuando ya dispongamos del archivo final en PDF.
No cometas fallos al generar tus propios archivos PDF
Lo primero que debemos tener en consideración es el uso que daremos más adelante de este nuevo fichero. No es lo mismo crear un PDF para almacenar documentación a nivel personal, que para compartirlo con otros. Por tanto, para ello debemos tener en consideración parámetros de configuración como las páginas en las que vamos a dividirlo, los márgenes a utilizar, fuentes, etc.
Otro de los apartados que debemos tener muy presente es aquel relacionado con el peso del fichero final. Teniendo en consideración que podemos incluir multitud de elementos adicionales a estos, en ocasiones compartirlos se puede convertir en una tarea compleja. Esto es algo que se hace especialmente patente si utilizamos muchas fotos y vídeos que se integran directamente en el documento. Es por ello por lo que nos podemos encontrar con un PDF de un peso considerable. Para evitar esto hay que tener en consideración que generalmente tenemos la posibilidad de especificar la calidad de estos contenidos multimedia para que el fichero ocupe menos.
Cambiando de tercio también hay que tener en cuenta que estos archivos en ocasiones contienen cierta información un tanto sensible. Es por ello por lo que a la hora de crearlos tenemos la posibilidad de establecer algunas medidas de seguridad que los protejan. De esta manera muchas aplicaciones nos permiten, a la hora de crear un PDF propio, añadir una contraseña e incluso un cifrado, para que así sea más complicado acceder a su contenido.
Eso sí, algo que debemos tener muy presente es que si perdemos la clave establecida no podremos volver a ver lo guardado en este archivo. Esta es una función muy interesante en el caso de que vayamos a enviarlo a través de internet o compartirlo con otros.