Los libros electrónicos o ebooks que consultamos y leemos pueden ser de la más diversa temática. De igual modo encontramos multitud de tipos de ficheros con todo tipo de tamaños, lo que afecta directamente al almacenamiento del dispositivo.
Hay que tener en consideración que una de las mayores ventajas que nos proponen estos contenidos en concreto sobre los convencionales, es su comodidad. Mientras que con los libros en papel tan solo podemos cargar con un número limitado de los mismos, estos digitales nos permiten transportar cientos o miles de ellos. Además, estos los podemos leer en multitud de plataformas y dispositivos diferentes. En algunos casos disponemos de un lector especifico, aunque también podemos consultar este contenido desde un ordenador o teléfono móvil.
Todo dependerá de la disponibilidad que tengamos en cuanto a productos o del que nos sea más cómodo. Además, aquí nos vamos a encontrar con elementos de todo tipo, desde manuales, completas guías, novelas, informes, etc. Esto viene principalmente debido a que disponemos de multitud de aplicaciones para crear estos libros electrónicos o para convertir entre formatos. Aunque el EPUB es el más popular en este sentido, hay otros muchos tipos de archivos de ebooks entre los que incluso podemos utilizar un PDF.
Sin embargo, a pesar de su comodidad, en ocasiones nos podemos encontrar con determinados ficheros que tienen un tamaño muy superior al habitual. En determinadas ocasiones esto se puede convertir en un problema, más si nuestro dispositivo dispone de un espacio de almacenamiento limitado pues si lo queremos compartir a través de internet. La razón de esto puede ser variada, tal y como veremos a continuación.
Por qué mis ebooks son tan pesados
Tal y como os comentamos antes esto se puede convertir en un problema si no tenemos demasiado espacio disponible en el dispositivo de lectura. Y si a esto le sumamos que contamos con una buena cantidad de contenidos de este tipo de gran tamaño, el problema se multiplica. Una de las razones de todo esto puede venir porque el libro electrónico en su origen se haya creado en alta calidad. Hay que tener en cuenta que muchos programas que nos sirven para estas tareas permiten configurar la calidad de visualización de las páginas incluidas.
De igual modo hay que tener en consideración que algunos de estos ebooks contienen imágenes para ilustrar el contenido de texto. Esto quiere decir que ni mucho menos va a ocupar el mismo espacio una novela que tan solo cuente con páginas de texto, que un manual repleto de fotografías digitales. El problema de este elevado tamaño final de archivo se multiplicará en el caso de que las imágenes incluidas sean de alta definición. Eso sí, igualmente se puede dar el caso de que nos encontremos con libros electrónicos que tan solo disponen de una foto, su portada.
Pero en determinadas ocasiones esta imagen que hace las veces de portada ocupa más espacio incluso que el libro como tal. Por tanto, si tenemos la posibilidad de prescindir desde archivo fotográfico, lograremos reducir sustancialmente el tamaño del ebook. Hay que tener en consideración que en ocasiones este borrado se puede multiplicar por cientos o miles de archivos diferentes que son los que forman parte de nuestra biblioteca.