Jugar con nuestros videojuegos favoritos es una de las actividades de ocio que más solemos realizar con nuestro ordenador en nuestro tiempo libre. Desde que el uso de Internet se estandarizó y subieron las velocidades de conexión, empezaron a surgir plataformas desde donde poder adquirir y ejecutar nuestros juegos. Una de ellas, es Steam, posiblemente la más popular y longeva. De entre sus características destaca por ofrecer la posibilidad de prestar nuestros juegos con familiares y amigos.
En nuestra biblioteca de Steam es posible que dispongamos de una amplia variedad de juegos descargados, a los cuales es posible que no podamos dedicarle todo el tiempo que no gustaría. Gracias a la posibilidad de compartir juego, otras personas podrán acceder y descárgalos de manera gratuita, pudiendo jugar mientras no los estemos utilizando.
Comparte tu biblioteca de Steam con otros usuarios
Al igual que cuando tenemos un juego en formato físico lo podemos prestar a cualquier amigo para que pueda jugar desde su ordenador, en el mundo digital también podemos realizar algo parecido. Y es que Steam nos autoriza a realizar un préstamo familiar de nuestra biblioteca de juegos. Esto es algo que podemos hacer hasta en 10 equipos al mismo tiempo, así como hasta en 5 cuentas diferentes. Estos podrán hacer uso de todos nuestros juegos en cualquiera de los equipos autorizados.
Para poder activar la posibilidad de compartir nuestra biblioteca de juegos, es necesario que tengamos activada la protección «Steam Guard» en nuestra cuenta de cliente. Posteriormente podremos activar la función de compartir a través del apartado de «Familia» que encontramos dentro de la pestaña de «Parámetros» de la plataforma. Desde aquí también será posible autorizar tanto a los usuarios como equipos con los que deseamos compartir nuestros juegos.
Limitaciones al prestar juegos
La posibilidad de poder compartir nuestra biblioteca de juegos con otros usuarios es más que interesante. Ya que, de esta forma, podrán jugarlos de manera gratuita sin necesidad de comprarlos. Eso sí, debemos de tener en cuenta algunas limitaciones, pues como cabría de esperar no es una función perfecta en todos los sentidos, aunque bien es verdad que no debe de estropear la experiencia final.
Una de las limitaciones que nos vamos a encontrar es, por ejemplo, que no es posible compartir determinados juegos, pues las bibliotecas se comparten y se toman prestadas en su totalidad. También hay algunos de los juegos no se pueden prestar, como aquellos que requieran de una clave o de una suscripción para poder jugar. Tampoco es posible jugar a una biblioteca compartida en dos o más equipos a la vez. Además, el receptor deberá estar conectado permanentemente a Internet para poder jugar a los juegos que le hemos compartido. Y por supuesto, sólo podrá jugar en el momento que no estemos utilizando nosotros ese juego. En el caso de que decidamos empezar a jugar cuando nuestro amigo está jugando, este dispondrá de algunos minutos para dejar de jugar o bien adquirir el juego en propiedad para seguir jugando.
De esta forma, nosotros podemos permitir que otras personas jueguen con aquellos títulos que tenemos abandonado o que ya no nos apetece jugar, al igual que otros usuarios pueden hacer con nosotros, posibilitando que nos ahorramos una buena cantidad de dinero a la hora de jugar con nuestro PC.