Adobe Photoshop es el software de edición y retoque fotográfico más completo que podemos encontrar hoy en día. Es cierto que existen alternativas gratis, como GIMP, que para un uso doméstico pueden valer (más o menos), pero si lo que realmente queremos es realizar montajes profesionales, y sobre todo tener un flujo de trabajo mejorado a través de otros programas, es necesario pasar, sí o sí, por el aro de Adobe. Sin embargo, aunque Photoshop puede ser el programa más completo y utilizado, está muy lejos de ser perfecto.
Ahora mismo, Adobe está centrada en mejorar la Inteligencia Artificial de su programa. La nueva versión de 2021 ha traído una gran cantidad de novedades y mejoras sobre todo para realizar modificaciones automáticas (cambiar caras, modificar el cielo, etc). Pero esta compañía se está olvidando de una serie de aspectos básicos que debería mejorar de manera que no solo pudiera ser el mejor programa a nivel profesional, sino también para poder ser accesible a nivel de usuario.
Integración con otras nubes más allá de Adobe
Cuando contratamos una suscripción de Adobe Creative Cloud, junto a los programas Adobe nos ofrece un determinado espacio de almacenamiento, que va desde los 20 GB hasta 1 TB, para que guardemos todos nuestros proyectos y documentos directamente en la nube. De esta manera, podremos acceder a ellos sin depender de un ordenador, e incluso compartirlo y colaborar con otras personas fácilmente.
Entonces, ¿y si solemos usar otras nubes? Es muy común tener, por ejemplo, OneDrive incluido con la suscripción de Office en Windows 10. O Google Drive, si somos usuarios de Android. Pues Adobe no nos permite vincular en Photoshop otra cuenta en la nube que no sea la suya. Podemos acceder a ella como si fueran directorios del PC (si tenemos el cliente instalado), pero no hay otra manera de conectar otras cuentas para acceder a nuestros datos. Y otros programas, como Adobe Acrobat, sí lo permiten.
Configuración por defecto y muchas herramientas
Si nunca antes hemos usado Photoshop, seguro que nada más abrir el programa nos vemos abrumados. Hay muchos paneles (muchos de ellos ni siquiera los utilizaremos) que ocupan hueco en la interfaz, y los paneles importantes (como el de capas) viene, por defecto muy pequeño. Incluso hay paneles muy útiles para el día a día que están ocultos.
Cada una de las herramientas tiene muchas opciones de personalización, pero no hay un sitio único desde el que poder ajustarlo todo, sino que cada opción está en un lugar diferente de la interfaz. Y muchos retoques (como, por ejemplo, el cambio de tono de color) no se sabe si afectan solo a la capa actual o a toda la imagen. Por no hablar, por ejemplo, de la creación de nuevos pinceles para las herramientas.
La configuración y apariencia de Photoshop por defecto necesitan un lavado de cara que, sin dejar de ser profesional, facilite su uso.
Precio de Photoshop
Por supuesto, tampoco podíamos acabar sin hablar del precio. Photoshop siempre ha sido un programa muy caro, sin embargo, desde la llegada de Creative Cloud, ya no es posible comprar el programa pagando una sola vez, sino que tenemos que suscribirnos, por un precio mínimo de 13 euros al mes, para poder usar Photoshop.
Si usamos otros programas de Adobe, como Acrobat, o Premiere, el precio se dispara exponencialmente. Para un profesional que lo utiliza como herramienta principal de trabajo, puede no ser mucho, y lo amortizará fácilmente. Pero para los usuarios domésticos es una cantidad de dinero inaceptable, lo que, a menudo, obliga a buscar otras formas de poder usar Photoshop gratis.
Un precio más asequible, aunque fuera por una versión limitada (sin IA, por ejemplo) haría que más usuarios utilizaran el programa.