Ubuntu es la distribución Linux más conocida y utilizada. Esta distro se basa en Debian y está diseñada para ser sencilla de utilizar para todos los usuarios a la vez que muy potente en todos los aspectos de manera que hasta los usuarios más avanzados se sientan cómodos con ella. Sin embargo, desde hace años, esta distro arrastra un problema bastante serio, y es que Ubuntu tiene el peor soporte de todos los sistemas operativos, incluso más allá de Linux.
Este Linux cuenta con un sistema de actualizaciones y de soporte que se dividen principalmente en dos tipos:
- Las versiones normales: se lanzan cada 6 meses y tienen un ciclo de vida de tan solo 9 meses.
- Las versiones LTS: se lanzan cada dos años, y tienen un soporte más a largo plazo: 5 años.
Ubuntu 18.04 fue una actualización LTS que ofrecerá a los usuarios actualizaciones y soporte hasta 2023. La versión 16.04 lo mismo, ofreciendo soporte hasta el año que viene. Y la última actualización de este sistema operativo, Ubuntu 20.04, también es otra LTS que brindará soporte a todos los usuarios hasta el año 2025.
Ubuntu 19.10 llega a su fin
Sin embargo, todas las demás actualizaciones de esta distro llegan con tan solo 9 meses de soporte. Las dos versiones lanzadas en 2019 (19.04 y 19.10) solo contaban con este soporte a corto plazo. Esto significa que 19.04 dejó de tener soporte en enero de 2020, y su sucesora, Ubuntu 19.10, acaba de dejar de tener soporte la semana pasada.
Esto significa que, o hemos instalado una versión LTS, o ahora mismo estaremos sin soporte. Estas versiones de Ubuntu ya no recibirán ningún tipo de actualización de mantenimiento ni seguridad, y sus repositorios Linux pasarán a formar parte de los old-releases.ubuntu.com.
Si somos usuarios de esta versión, os recomendamos actualizar Ubuntu cuanto antes a la última versión. Concretamente a la LTS de 20.04. Esta versión trajo consigo un importante número de mejoras, como el Kernel Linux 5.4, además de una interfaz refinada, modo oscuro mejorado y nuevas pantallas de login y bloqueo.
De LTS en LTS
El movimiento de Canonical es totalmente absurdo, incomprensible. U obligas a los usuarios a actualizar cada 6 meses con el riesgo de que, si por algún motivo una versión no funciona en un ordenador este se quede sin soporte, o nos obliga a estar sin actualizar dos años enteros, pasando de LTS a LTS. No hay otra opción.
Esta es, probablemente, la principal razón por la que los usuarios cada vez dan más la espalda a Ubuntu, posicionándose hacia otras distribuciones Linux que se preocupan mucho más por los usuarios.
La comunidad cada vez está más enfadada con Canonical. La empresa no tiene suficiente con llenar Ubuntu de paquetes privativos propios, por motivos comerciales, y de publicidad, como para que encima el soporte sea paupérrimo. Todo esto se solucionaría si, en vez de lanzar actualizaciones cada 6 meses con nombres que, en vez de ser originales, muestran cada vez una mayor decadencia, la distro apostara por un modelo de actualizaciones Rolling Release. Este modelo nos permite olvidarnos de las versiones y tener la distribución siempre al día, tanto en lo relacionado con el Kernel como de todos los paquetes.