OpenAI fue la primera plataforma que lanzó de forma pública y gratuita su plataforma de Inteligencia Artificial ChatGPT, una plataforma que actualmente utiliza el modelo GPT-4. Google, por su parte, ha tardado más de 6 meses en lazar Bard, su plataforma conversacional de IA basada en PaLM, no en GPT como OpenAI y Bing Chat de Microsoft. Ambas plataformas nos ofrecen lo mismo, sin embargo, el modelo de aprendizaje que se ha utilizado es diferente por lo que es importante conocer cuáles son la diferencias entre ambas para aprovecharlas al máximo según cada necesidad.
Tanto Google como OpenAI no nos ofrecen información acerca de la cantidad de datos que se han utilizado para entrenar sus respectivas inteligencias artificiales probablemente para evitar preguntas incómodas acerca de los derechos de uso del material utilizado. Teniendo en cuenta de Bard de Google ya está disponible, aunque no la Unión Europea, y que ChatGPT se ha enfrentado a prohibiciones de uso en algunos países, la probabilidad de que se hayan utilizado obras protegidas con derechos de autor es muy elevada.
ChatGPT nos ofrece información acerca de prácticamente cualquier tema que le preguntemos sin tener ninguna materia específica como punto fuerte. Sin embargo, Google si ha centrado gran parte del entrenamiento de Bard en la lógica, matemáticas, el razonamiento y la ciencia, materias todas ellas relacionadas entre sí, por lo que, si buscamos información de calidad y veraz acerca de estas materias, la solución de Google es la que debemos utilizar ya que lo más probable es que no acabe inventándose respuestas como hace ChatGPT cuando no sabe de un tema.
ChatGPT, al igual que cualquier otra IA nos permite obtener la información que buscamos utilizando el idioma de Cervantes, al igual que Bard de Google. Pero, si hablamos de otros idiomas, la solución de OpenAI es mucho más limitada ya que no ha sido entrada para muchos idiomas, a diferencia de la propuesta de Google que, según afirman el gigante de las búsquedas, ha sido entrenada en más de 100 idiomas para obtener una mejor compresión de las preguntas además de capacidades de traducción.
Para mejorar las repuestas de GPT-4 de OpenAI, gran parte del entrenamiento ha sido supervisado por humanos para ofrecer una mayor compresión del texto y que este sea capaz de ofrecer respuestas con sentido completo. Aunque Google no mencionó este aspecto, lo más probable es que también tenga retroalimentación por parte de personas para ayudarle a ofrecer respuestas, no solo correctas, sino también con sentido.
La prueba de MMLU (compresión del lenguaje), GPT-4 obtuvo una puntuación de 86.4 puntos por los 81.2 de PalM2 de Google. En la prueba HellaSwag, que evalúa en sentido común de las IAs, la solución de OpenAI obtuvo una puntuación de 95.3 por los 86.8 puntos de PaLM. Estos resultados apuntan a que de momento GPT-4 es ligeramente superior a la solución de Google, al menos actualmente. Lo más probable es que Bard de Google obtenga mejores resultados en los próximos meses acercándose a los valores obtenidos por GPT-4.
Una importante diferencia entre PalM 2 y GPT-4 de OpenAI la encontramos en el modelo de negocio que puede suponer el devenir de ambas plataformas. Aunque Bard de Google no está disponible en Europa, es completamente gratuito y no está limitado bajo ningún muro de pago. Lo mismo sucede con Bing Chat de Microsoft, basado también en GPT-4. Sin embargo, si queremos acceder a ChatGPT de OpenAI basada en GPT-4 tenemos que pasar por caja si o sí. La versión gratuita de esta plataforma, actualmente se basa en la versión anterior GTP-3.5