Bard, la IA de Google llega a Gmail, Drive y Maps: podrá leer tus correos, archivos personales o saber dónde vas

La Inteligencia Artificial cada vez está más presente en nuestro día a día. Desde su llegada al público, con ChatGPT, son muchas las grandes compañías que buscan abrirse un hueco dentro de este mercado para que los usuarios usen sus IAs para crear chats, generar imágenes, y todo tipo de tareas. Algunas de las más conocidas con Bing Chat y Claude 2, dos Inteligencias Artificiales muy completas y accesibles para todo el mundo. Sin embargo, hoy Google ha dado un paso de gigante son su propia plataforma, Bard, la cual no solo nos va a permitir hacer uso de esta IA, sino que, además, tendrá acceso a todos nuestros datos. Y eso es un peligro.
Los gigantes, como Google, quieren que las Inteligencias Artificiales sean personales y ayuden a los usuarios con sus propias necesidades. Es por ello por lo que cada vez están facilitando, para bien o para mal, más datos personales y privados de los usuarios. Y la última en hacerlo ha sido Google con Bard, quien, como vamos a ver, nos va a conocer mejor que nosotros mismos.
A pesar de su juventud, esta plataforma IA de Google está empezando a llegar a plataformas y aplicaciones que usamos muchos a diario. Y es que la empresa quiere aprovechar cuanto antes todo el potencial de su plataforma de estas características para ofrecer un mejor servicio a sus cientos de millones de clientes.
En realidad, aquí nos encontramos con un chatbot que podemos usar de forma gratuita y que funciona de forma similar al popular ChatGPT. De ahí precisamente que las ventajas que puede proporcionar a muchos servicios de la propia Google son infinitas. De ahí precisamente que en estos instantes la compañía haya tomado la determinación de empezar a integrar de forma nativa esta IA hoy en herramientas de uso convencional.
Para que os hagáis una idea más aproximada de la que os hablamos, en estos instantes Bard está llegando a servicios tales como Gmail, YouTube, Google Drive o Maps.
La IA Bard llega a los servicios más usados de Google
Este es un movimiento que tiene toda la lógica ya que así los cientos de millones de usuarios de los servicios de Google podrán aprovecharse de las ventajas de la Inteligencia Artificial. Esta es una integración que nos abre un amplio abanico de posibilidades y que se espera que vaya creciendo con el tiempo. Además, la empresa del buscador intenta que su IA sea lo más intuitiva posible a la vez que sencilla de utilizar.
Esto nos permitirá hacer unas búsquedas mucho más precisas en servicios tales como el correo de Gmail o en la plataforma de almacenamiento Drive. Llegados a este punto es importante saber que Google quiere dejar claro que Bard, integrada en estas plataformas, no recopila datos personales de los usuarios para mostrar publicidad. Pero siempre es importante que echemos un vistazo a las opciones de privacidad de nuestra cuenta del gigante de las búsquedas. Ya sabemos que una de las principales quejas de los usuarios de Google es todo aquello relacionado con nuestra privacidad.
Igualmente, la IA nos facilitará en gran medida la localización de ciertos contenidos de vídeo en el popular portal de YouTube. Hay que tener en cuenta que este elemento analiza nuestras preferencias y gustos para así mostrarnos los resultados que más se adapten a lo que buscamos. Incluso en Google Maps, Bard nos será de enorme ayuda a la hora de localizar destinos y guiarnos de la mejor manera, aunque esta intromisión no gusta a todos.
Además, esto no ha hecho más que empezar, ya que se espera que esta Inteligencia Artificial llegue a nuevas plataformas de la empresa y sus funciones cada vez sean más avanzadas.
Un nuevo riesgo para la privacidad
Es cierto que la Inteligencia Artificial nos puede ser de mucha ayuda a la hora de organizarnos y tenerlo todo bajo control. Pero ¿realmente merece la pena? Debemos tener en cuenta que las IAs de redes neuronales son, a menudo, sistemas opacos que han ido aprendiendo y evolucionando ellos solos, por lo que no sabemos realmente cómo hacen lo que hacen.
Darles acceso a nuestra información más privada, como los correos, las rutas o los archivos de la nube, no hace otra cosa que aumentar, y mucho, el riesgo de una catástrofe. Es posible que en ese material haya información sensible que la IA aprenda y la comparta con otras personas. O que pueda utilizar en contra nuestro.
Google parece estar muy seguro de tenerlo todo bajo control. Nosotros, no tanto.