Alexa es mucho más que un altavoz: 6 usos cotidianos que te hacen la vida más fácil
Los altavoces Echo de Amazon con el asistente Alexa integrado son, desde hace muchos años, el altavoz inteligente más vendido en todo el mundo. Gran parte de su éxito se debe a su reducido precio para los modelos básicos que son más que suficientes para la mayoría de los usuarios. Tampoco podemos olvidarnos de que Alexa, el asistente que los gestiona, funciona muchísimo mejor que cualquier otro, incluyendo los modelos de Google y del Apple.
Los Amazon Echo son mucho más que un altavoz para escuchar nuestra música de Spotify ya que podemos configurarlo para que realice determinadas tareas, tareas que basadas en un desencadenante, basadas en un horario, comando de voz entre otros a través de las rutinas. A través de la aplicación Amazon Alexa, disponible en la Play Store y en la App Store, podemos configurar nuestro altavoz Echo para que, en cumplir una condición, se active la correspondiente acción.
De esta forma, podemos decirla a Alexa «Voy a picar algo» para que detenga la reproducción del Fire TV y encienda la luz de la cocina. También podemos decirle «Me voy» para que apague todas las luces inteligentes que tengamos en casa, o «Buenos días» para que, en lugar de darnos los buenos días, nos lea las últimas noticias. Sin embargo, uno de los usos que tiene este asistente y que nos puede sacar de un apunto es la función de detección de sonidos.
A través de la aplicación Amazon Alexa, podemos crear una rutina para que, en base al sonido que detecte, realice una acción u otra. Los tipos de sonido que actualmente reconocen los dispositivos Echo de Amazon son:
- Pitidos de electrodomésticos. Si el altavoz inteligente de Amazon detecta el sonido de un electrodoméstico, ya sea un horno, lavadora, lavavajillas o cualquier otro, podemos configurarlo para que nos envíe una notificación al móvil a través de la aplicación Amazon Alexa.
- Sonidos de agua. Este tipo de sonido nos puede ser de utilidad para cuando estamos fregando los platos o duchándonos, reproduzca una lista de reproducción o podcast.
- Pedro ladrando. Si tenemos un perro como animal de compañía, si ladra de forma habitual podemos crear una rutina para que se reproduzcan sonidos que lo calmen.
- Ronquidos. Esta función es ideal si habitualmente nos quedamos dormidos en la cama, ya que nos permite apagar la luz de forma automática al igual que todos los dispositivos conectados y, de paso, reproducir tipos de sonidos que nos ayuden a dormir mejor.
- Bebé llorando. Cuando el bebé empieza a dormir solo en su habituación, gracias a los Amazon Echo, podemos crear una rutina para que, cuando llore, se reproduzca una canción de cuna y/o encienda de forma muy tenue la luz para que le ayude a volver a dormirse.
- Tos. También podemos activar este tipo de sonido si en nuestra familia somos bastante olvidadizos a la hora de beber agua, especialmente si tosemos de forma habitual.
Podemos configurar todas estas rutinas para que únicamente se ejecuten en un horario determinado. La aplicación pone a nuestra disposición diferentes tipos de rutinas predeterminadas en base al tipo de sonido que se escucha, rutinas que podemos modificar para se ajusten a nuestras necesidades. Para crear rutinas en base a un sonido que detecte el altavoz de Amazon, tan solo debemos abrir la aplicación Amazon Alexa, pulsar en Más y seleccionar Rutinas. A continuación, introducimos el nombre con el que la queremos identificar, pulsamos en Cuando y seguidamente en Detección de sonido.