¿Volverá Megaupload? Compartir archivos con derechos de autor, nunca fue tan fácil

La, relativamente, corta historia de Internet está plagada de casos que han marcado un antes y un después. Con Internet, no llegó la piratería, ya que esta estaba presente mucho antes en todas las ciudades a través de una o varias personas que ofrecían completos listados de programas y juegos a precios mucho más reducidos, obviamente, que los oficiales. Conforme esta fue evolucionando, todos los, mal denominados, piratas informáticos, dejaron de ser proveedores de software y juegos y los usuarios descubrieron el todo gratis en internet.
Conforme las velocidades de conexión se fueron incrementado, también lo hizo el abanico de opciones para descargar, no solo programas y juegos, sino también películas y música de forma totalmente gratuita y, obviamente, saltándose los derechos de autor. Aunque no fue la única que, a principios de los 2000, para compartir contenido de este tipo, Megaupload se convirtió en una referencia a seguir por otras empresas siguiendo el camino de RapidShare, de la que también hemos hablado en SoftZone.
El origen de Megaupload
Si todavía no peinas canas, es probable que el nombre de Megaupload te suene ligeramente y que pienses que está relacionado con la plataforma de almacenamiento MEGA. MEGA es la evolución de Megaupload, ambas creadas por la misma persona: Kim Schmitz, más conocido como Kim Dotcom en compañía de otros 3 socios.
Megaupload vio la luz por primera vez en marzo de 2005 en Hong Kong, a pesar de que la nacionalidad de su fundador era alemana. Es importante conocer donde se fundó por la forma en que fue cerrada y por quien, de lo que hablaremos en el siguiente apartado.
Los usuarios podían subir hasta 2 GB en archivos a plataforma, de forma gratuita y sin necesidad de registrarse, contenido que automáticamente era eliminado de los servidores si durante 20 días no era descargado por nadie. Este tiempo se ampliaba hasta 90 días para los usuarios registrados.
Los usuarios no registrados, tenían que esperar hasta 45 segundos para poder acceder al enlace de descarga, mientras que los registrados, ese plazo se reducía hasta 25. Además, la velocidad de descarga estaba limitada, siendo prácticamente obligatorio utilizar aplicaciones como JDownloader para realizar las descargas en diferentes momentos sin tener que comenzar desde un principio. Si queríamos descargas descargar sin ningún tipo de límite y a la máxima velocidad de descarga, teníamos que contratar un plan de suscripción que 1, 3 o 12 meses.
Para descargar el contenido, tampoco era necesario registrarse, aunque al no hacerlo, tan solo se podían descargar archivos de más de 1 GB, mientras que los usuarios registrados tenían una limitación de 100 GB. Conforme iban pasando los años, Megaupload lanzó otras plataformas al mercado para aprovechar el tirón de su plataforma, como Megavideo y Megaporn, dos plataformas que permitían acceder a contenido en streaming sin necesidad de descargarlo.
Fin de una era
Cuando estaba a punto de cumplir 7 años de funcionamiento, en enero de 2012, el FBI, saltándose al gobierno de China, al ser acusada de vulnerar los derechos de autor de todo el contenido que estaba disponible en su plataforma acusándola de ocasionar más de 500 millones de dólares en pérdidas dentro de la industria cinematográfica.
Los 4 fundadores de Megaupload se enfrentaron a penas de hasta 50 años de presión. Siendo una de las plataformas más utilizadas en aquella época para compartir contenido protegido por derechos de autor de forma gratuita, millones de usuarios manifestaron su malestar en redes sociales e incluso de grupos de hackers como Anonymous, quien hackeó las páginas web del FBI y del Departamento de Justicia de Estados Unidos entre otros, además de publicar datos personales del director del FBI en aquella época.
Un año después del cierre de Megaupload, Kim Dotcom, anunció el lanzamiento de MEGA, una plataforma de almacenamiento en la nube con hasta 50 GB de almacenamiento de forma totalmente gratuita (ahora reducidos a 20 GB) para compartir cualquier tipo de contenido, proyecto que abandonó tres años después, en 2016.
Alternativas
Hoy en día, si queremos acceder a contenido protegido por derechos de autor en cualquier formato multimedia, nos veremos obligados a pagar una suscripción mensual, comprar el contenido en plataformas digitales, recurrir a las páginas de torrents para descargar el contenido o recurrir a la web Cuevana, una web que lleva muchos años en funcionamiento y que se ha convertido en la única alternativa disponible en la actualidad para acceder a contenido protegido por derechos de autor vía streaming, sin necesidad de descargarlo.