Los timos en Wallapop no paran de crecer: estos son mis secretos para hacer ventas seguras

Wallapop es una de las principales plataformas de compra-venta de segunda mano. En esta plataforma podemos vender cualquier cosa que tengamos por casa y no necesitemos (sí, literalmente cualquier cosa), al mismo tiempo que encontrar cosas que no podríamos ni imaginar. Las compras y ventas son directamente entre particulares, por lo que Wallapop no participa en el proceso en ningún momento. Sin embargo, cada vez hay más estafas, o timos, dentro de esta plataforma. Y la empresa tiene gran parte de ello.
Cuando hacemos un trato en persona es complicado que nos engañen, principalmente porque podemos ver y probar bien el producto antes de entregar el dinero. Sin embargo, cuando la cosa ya se hace a distancia, es más complicado. Wallapop ofrece un servicio de pago y envío llamado «Wallapop Envíos». Este funciona de la siguiente manera:
-El comprador paga, pero el dinero lo retiene Wallapop > El vendedor manda el producto > El comprador lo recibe > Si todo está correcto (es decir, el comprador confirma, o pasan 48 horas sin que el comprador reclame), la venta se da por satisfecha y el vendedor recibe el dinero.
En la teoría, todo pinta muy bien. Pero en la práctica es cuando empiezan los problemas. Y es que, para Wallapop, el comprador es quien siempre lleva la razón. Y los timadores se aprovechan de esto.
El típico timo de Wallapop
Un vendedor lo tiene complicado para timar en esta plataforma, pero los compradores lo tienen muy fácil. Puesto que la compañía siempre les da la razón, muchos se aprovechan de esto para conseguir, de forma gratuita, estos productos que les interesan. Pongamos un ejemplo.
Yo vendo una consola, PlayStation 5, en esta tienda. Muchos interesados me escriben, y al final decido por vendérsela a una persona. Y utilizo Wallapop Envíos. El comprador paga, pongamos, 520 euros (500 de mi producto, 10 de envío, y 10 del seguro obligatorio de Wallapop). El vendedor, es decir, yo, tengo los 500 euros retenidos en su monedero a la espera de realizar el envío. Voy a correos, o a la mensajería que la plataforma me asigne, y lo envío. En un par de días, el producto está en manos del comprador. Pero, de repente, él dice que no ha recibido lo que ha comprado, o que está en mal estado.
¿Qué pasa en este caso? La consola estaba nueva, impoluta y precintada. Pero el comprador dice que no es así. Abre una reclamación a Wallapop y, acto seguido, retiran el dinero del monedero del vendedor para devolvérselo al comprador. Y el comprador tiene que devolver el producto. Lo que pasa es que este comprador no envía el producto como tal, sino una caja llena de paquetes de harina para que coincida el peso.
Resultado: el comprador tiene una PS5 y 500 euros en sus manos, y el vendedor ha perdido el producto (la consola, en este caso). Y el vendedor, indefenso, no tiene ni opción a defenderse.
Cómo evitar este timo
Lo primero que debemos saber es que tanto los compradores como los vendedores tenemos un sistema de valoraciones, en forma de estrellas, con comentarios de otras personas. De esta forma, podemos ver cuántos productos ha comprado, o vendido, en la plataforma y qué tal han ido las transacciones. Por tanto, la primera regla de oro para evitar timadores en Wallapop es desconfiar siempre de los usuarios sin valoraciones, o con muy pocas. Suena radical, pero es así. En mi caso, me niego a enviar usando Wallapop Envíos a nadie que tenga menos de 80 valoraciones. Y todas ellas de 5 estrellas.
El perfil de los usuarios es también muy importante. Si la gente no tiene una foto puesta (aunque sea genérica), ni validada su identidad o el número de teléfono, es que no presta mucha atención a la plataforma, y es carne de cañón para ser un posible estafador.
Si quieres vender algo a una persona que no tenga muchas valoraciones en Wallapop, lo mejor es no usar WallaPay. Es decir, explicarle a la persona que desconfías, que no tiene suficientes valoraciones, pero que si está realmente interesado podéis seguir la transacción por PayPal (o Bizum), y envío por mensajería. Si la persona es de fiar, aceptará. En caso contrario, te acusará de estafador, pero, como bien dice el refrán, «cree el ladrón que todos son de su condición».
Y, por supuesto, siempre que haya la posibilidad, es mejor hacer un trato en mano. Aunque toque regatear y bajar un poco el precio, pero es mejor dar preferencia a la persona de tu ciudad antes que a una que haya que enviar, ya que así es mucho más rápido y seguro.