Microsoft recientemente acaba de convertirse en la empresa más valiosa del mundo superando a Apple, todo ello tras los últimos resultados de bolsa que se han publicado, entre otras cosas, y ese liderazgo no es fácil de conseguir, como podéis suponer.
Y es que la firma ha estado trabajando duro a lo largo de muchos años en la enorme cantidad de servicios, aplicaciones y plataformas de las que podemos hacer uso en estos momentos, tanto para usuarios finales, como para entornos más corporativos. Sin embargo a lo largo de los años, no todo han sido alegrías para el gigante del software, sino que al mismo tiempo también ha sufrido importantes tropiezos.
Sirva como ejemplo Windows 10, y ya no solo por lo sucedido recientemente con la última gran actualización lanzada, la October 2018 Update y todos los fallos de los que hemos hablado en innumerables ocasiones. Si vamos un poco más allá con Windows 10, también hay que decir que la firma tenía pensado que su aceptación a nivel global para dejar a un lado el «querido» por muchos Windows 7, iba a ser algo mucho más rápido de lo que está sucediendo en realidad. Y es que 3 años y medio después de su lanzamiento, las cifras en cuanto a la penetración de mercado de Windows 10 y Windows 7, siguen siendo demasiado igualadas.
Con todo y con ello, y aunque a un ritmo infinitamente más lento de lo pensado inicialmente por los de Redmond, Windows 10 sigue su avance hacia el liderazgo. Otra cosa muy diferente, a la vez que mucho más catastrófica para Microsoft, fue lo que sucedió con su sistema operativo para dispositivos móviles, Windows Phone, plataforma que como muchos sabréis, está prácticamente abandonada debido a la poca aceptación lograda en estos años. Todo a pesar de los esfuerzos tanto personales como económicos realizados, sin embargo este software no ha podido ni siquiera acercarse a las cifras de los otros dos colosos del sector: Android e iOS.
Microsoft casi siempre sabe cómo remontar el vuelo ante las adversidades
Sin embargo la compañía supo reponerse a ese duro traspiés adaptando el resto de sus servicios y plataformas, o al menos parte de estos, a los sistemas para móviles de la competencia, las propuestas de Google y Apple respectivamente. Así ha logrado mantenerse activa en una plataforma como es la móvil, tan importante hoy en día, y en años venideros. De hecho este ha sido un movimiento muy inteligente por parte de Microsoft donde ha demostrado el dicho al que hacíamos antes mención: “si no puedes con tu enemigo, únete a él”.
Pues bien, esto es algo que, tal y como os hemos anunciado esta misma mañana, parece que los de Redmond van a volver a llevar a cabo, en este caso con otro de sus productos con los que no está logrando, ni mucho menos, el éxito esperado en un principio. Nos referimos al navegador de Internet, Edge, que en principio iba a ser el digno sustituto del exitoso, aunque antiguo, Internet Explorer, pero que al final se ha quedado en un software que apenas usa nadie. Y eso que la firma lo ha intentado promocionar de todas las maneras posibles y se incluye por defecto en Windows 10, pero ni por esas lo ha logrado.
Por tanto, tal y como os informábamos esta misma mañana, de nuevo Microsoft ha tomado la determinación de hacer uso de las «armas» de la competencia en beneficio propio. Así, bajo el proyecto llamado Anaheim, Microsoft va a crear un nuevo navegador web que, en lugar de estar basado en el motor EdgeHTML, va a hacer uso del Blink de Google Chrome y a su vez de todos los navegadores basados en Chromium.
Por tanto de nuevo Microsoft deja claro que sabe reponerse ante las adversidades, quizá un poco más tarde de lo que deberían, podrían pensar muchos, pero al fin y al cabo termina sabiendo aprovecharse, de algún modo, de las tecnologías de terceros para así potenciar el uso de sus propios productos.