Ventajas e inconvenientes de migrar de Google Chrome a Mozilla Firefox

Ventajas e inconvenientes de migrar de Google Chrome a Mozilla Firefox

David Onieva

La «batalla» existente a día de hoy entre los diferentes desarrolladores de los navegadores de Internet se podría decir que es encarnizada, especialmente si tenemos en cuenta que estos elementos software en estos momentos son de los más extendidos y usados a nivel global.

En la actualidad, entre todas las alternativas disponibles en el mercado, no cabe duda de que la más extendida y con una mayor penetración de mercado es la opción de Google, Chrome, aunque esta es un propuesta seguida de cerca por otras, entre la que destaca el proyecto de Mozilla con su Firefox. Que Chrome sea el navegador más usado, no siempre significa que sea el mejor, ni siquiera el más adecuado en todos los casos. Es por todo ello que en las próximas líneas os hablaremos de los cambios más importantes que se pueden experimentar a la hora de realizar esa migración que la propia Mozilla tanto espera, pasar del mencionado Chrome de Google, a su alternativa, Firefox.

Hablo por experiencia propia, con un portátil Intel I5 4210-U y 4 gigas de memoria RAM, Firefox consume menos recursos del sistema que Chrome, algo que queda patente al comprobar el consumo de estos parámetros a la hora de ejecutar las mismas ventanas y pestañas en ambas alternativas. Cierto es que, aunque parezca mentira, 4 GB de memoria en un equipo actual del que hacemos un uso intensivo, se quedan algo cortos, pero en este caso no hablamos de llevar a cabo una edición de vídeo, o realizar diseños 3D, o incluso jugar a los títulos más recientes, no, hablamos de navegar por Internet.

Migrar de Chrome a Firefox tiene sus ventajas e inconvenientes

Y es que he sido «víctima» de primera mano del excesivo consumo de recursos del que en ocasiones hace Chrome sin razón aparente alguna, y hablamos de un bloqueo casi completo del sistema con una sola pestaña abierta, o dos a lo sumo, algo que no sucede siempre, pero real. Quizá alguno os podáis plantear la cantidad de extensiones instaladas en ese momento, pues bien, hablamos de 4 míseras extensiones y no todas funcionando en ese momento.

Google Chrome 59

Es por ello que el cambio a Firefox, al menos por el momento, ha logrado que el sistema de refrigeración de mi portátil no sufra más de los debido, al menos por ahora. Además he instalado una extensión, de momento compatible con el navegador de Mozilla, llamada Vertical Tabs Reloaded, que, bajo mi punto de vista, mejora ostensiblemente el continuado trabajo con las pestañas a la hora de movernos por la Red.

Cierto es que tras mucho tiempo utilizando Chrome, el cambio a Firefox en algunos sentidos cuesta un poco: atajos de teclado, costumbres en botones que ya hemos adquirido, sistema de controles, etc; todos los cambios son duros en un principio, pero es cuestión de pocos días.

Pero claro, no todo iban a ser buenas noticias referentes a la migración, sino que también he detectado un inconveniente que merece la pena señalar, las extensiones. Y es que los complementos, extensiones, add-ons o añadidos a los que estamos acostumbrados, son muchos más numerosos en Chrome que en el resto de propuestas de este mismo tipo, algo que quizá podáis echar de menos en algunas ocasiones.

Artículo de opinión de David Onieva

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