ReFS es un nuevo sistema de archivos introducido por Microsoft en el año 2012 y con el que la compañía buscaba implantar una alternativa al conocido sistema NTFS. Este sistema de archivos contaba con un gran número de cambios y mejoras respecto a NTFS, como, por ejemplo, mejor tolerancia a la corrupción de datos y el soporte para nombres de archivos largos, sin embargo, finalmente este sistema de archivos no ha tenido el éxito esperado y, con solo 5 años de vida, Microsoft finalmente ha decidido acabar con él.
Tal como ya dijimos en su día, con la llegada de Windows 10 Fall Creators Update, Microsoft va a eliminar la posibilidad de crear unidades ReFS en todas las versiones de su sistema operativo, excepto en las dos versiones más avanzadas del sistema operativo, es decir, Windows 10 Enterprise y Windows 10 Pro for Workstations.
El resto de versiones de Windows sí podrá leer y escribir en estas unidades, pero la creación de las mismas desaparece por completo.
Con esta decisión, Microsoft pone punto y final a este intento de suceder a NTFS, incluyendo la mayoría de las funciones de ReFS (como el soporte para directorios y nombres de archivos largos) dentro del código de NTFS y dejando este sistema de archivos en el olvido.
A continuación, vamos a ver las principales razones, o limitaciones de ReFS, que han llevado a Microsoft a tomar esta decisión.
Las 5 razones que han llevado a la eliminación de ReFS de las nuevas versiones de Windows 10
Sin duda, la primera de las limitaciones con las que nos encontrábamos al intentar utilizar ReFS es que este sistema de archivos no podía utilizarse para instalar un sistema operativo, ni siquiera Windows Server. ReFS se ha creado como un sistema de archivos para almacenamiento de datos, por lo que, ya empezando por aquí, no podría suceder a NTFS. Ni Windows ni Linux son capaces de reconocer este sistema de archivos como «bootable».
Otra de las limitaciones de este sistema de archivos, similar a la anterior, es que ReFS no permite tampoco la instalación de aplicaciones. Este sistema solo sirve para almacenamiento nada más.
Otra de las limitaciones de este sistema de archivos se encuentra en el reducido soporte para la compresión y el cifrado de los datos. Los algoritmos de compresión no trabajaban correctamente en este sistema de archivos y, además, mientras que las herramientas de cifrado de unidades, como BitLocker, son totalmente compatibles con NTFS, el soporte sobre ReFS es muy limitado.
Debido a las continuas comprobaciones de la integridad de los datos, ReFS consume muchos más recursos en el ordenador. Leer y escribir en estas particiones supone un aumento considerable del uso de RAM, CPU y ciclos IOPS del disco.
Por último, ReFS solo está disponible para las versiones más avanzadas (y, por lo tanto, caras) del sistema operativo. Mientras que si este sistema de archivos hubiese estado disponible para todos los usuarios de Windows 10 igual algunos podrían utilizando como una alternativa para almacenamiento, al quedar ahora restringido solo a las versiones más caras, Microsoft ha puesto punto y final a este intento de suceder a NTFS.
Si tenemos un disco duro o una partición formateada en ReFS, esta va a seguir funcionando con total normalidad. El soporte de lectura/escritura no se elimina del sistema operativo, sino que solo se elimina la posibilidad de crear nuevas particiones en este formato, por lo que nuestros datos, salvo que los eliminemos nosotros, seguirán estando totalmente disponibles, incluso después del lanzamiento de Windows 10 Fall Creators Update.
¿Qué opinas de la eliminación del soporte para ReFS?