Memoria virtual de Windows: qué es y por qué debemos activarla

La memoria RAM es una de las partes más importantes de un ordenador ya que es donde se cargan todas las instrucciones que ejecuta la CPU y otros componentes del equipo, así como los datos con los que se está trabajando. Sin embargo, la memoria RAM es finita y, en ocasiones, puede que para ciertas tareas se nos quede corta y podamos tener problemas como bloqueos o ralentizaciones en el equipo. Para reducir estos problemas sin tener que comprar más memoria RAM, Windows hace uso de la «Memoria Virtual».
La memoria virtual de Windows es una técnica mediante la cual el sistema operativo reserva un espacio en el disco duro para poder utilizarlo como si fuese memoria RAM en caso de que esta esté a punto de agotarse. La memoria virtual es algo común en la mayoría de los sistemas operativos. En Linux, por ejemplo, se la conoce como Swap o Intercambio, mientras que en Windows es probable que la hayamos visto en forma de un fichero llamado «pagefile.sys».
Aunque con un uso normal del ordenador lo más probable es que Windows no tenga que utilizar esta característica, cuando usamos aplicaciones especialmente pesadas (como juegos, programas de edición o Google Chrome con muchas pestañas abiertas, por ejemplo), en cuanto empieza a crecer el uso de RAM enseguida Windows empieza a enviar los datos innecesarios (en esos momentos) a la memoria de intercambio.
Gracias a ella vamos a tener la seguridad de que siempre va a haber RAM disponible para las tareas más exigentes y, a la vez, que nunca vamos a perder información mientras trabajamos con ella.
Cómo activo y configuro la Memoria virtual de Windows
Por defecto, cuando instalamos nuestro sistema operativo, Windows reserva una determinada cantidad de espacio para utilizarla como memoria virtual, espacio reservado por el fichero «pagefile.sys».
Hay muchos rumores respecto a la memoria virtual, pero los dos principales, que vamos a explicar son:
- Windows no funciona mejor cuanta más memoria virtual tenga. Por ello, lo ideal es configurar, en equipos con poca memoria, entre 1.5 veces y 3 veces la memoria RAM instalada, siempre y cuando el tamaño no sea superior a 4GB. Si tenemos, por ejemplo, 4 GB de RAM o más, directamente un valor de 4 GB de memoria virtual será suficiente.
- Sí, podemos tener la memoria virtual en un SSD sin que este se estropee, especialmente en Windows 10. Los SSD han cambiado mucho en los últimos años y ahora mismo tener la paginación en él no influye en su rendimiento ni puede hacer que se rompa. Además, Windows sabe perfectamente que está instalado en un SSD, por lo que no es necesario hacer nada, él ya configura la unidad de forma óptima nada más instalarse.
Para configurar la memoria virtual de Windows, lo único que debemos hacer es seguir el siguiente manual donde os explicamos fácilmente y paso a paso cómo hacer esto.
Algunos usuarios recomiendan crear un RAMDISK, o «espacio de almacenamiento dentro de la ram» y mover allí el archivo de paginación. Esto es una práctica bastante mala ya que, literalmente, estamos quitando espacio de ram para convertirlo en memoria virtual. No tiene mucho sentido.
Además, tampoco es muy recomendable colocar el archivo de paginación en unidades particionadas, ya que dicha configuración puede ralentizar el funcionamiento general del equipo. Tampoco es recomendable dedicar un disco duro viejo a esta configuración. La memoria virtual o paginación se debe configurar siempre en el disco más rápido. Si utilizamos un SSD, mejor, ya que, como hemos explicado, esta no los estropea, por lo que podemos utilizarlos perfectamente y mejorará el rendimiento de nuestro ordenador.
No olvidemos que la memoria RAM está para usarla. Y también debemos evitar los optimizadores de memoria RAM. Windows sabe perfectamente cómo administrar su RAM y su memoria virtual, y todas las configuraciones y programas adicionales solo pueden hacer que el sistema empiece a ir mal.
¿Debo desactivar la memoria de intercambio en Windows en alguna circunstancia?
Como hemos explicado, gracias a esta memoria virtual Windows se asegura tener siempre memoria RAM disponible y, por ello, no es recomendable desactivarla bajo ningún concepto. Si tenemos 16 GB de memoria RAM o más, por tener 4 GB de memoria virtual no va a pasar nada malo, es más, permitirá a nuestro sistema trabajar de forma más desahogada al poder descargar cierto tipo de información en ella.
Tampoco debemos preocuparnos por tener mucho espacio ocupado en la memoria RAM. Las últimas versiones de Windows, concretamente desde Windows 10 Anniversary Update, no comprimen los datos en la memoria RAM mientras no sea necesario, por lo que el rendimiento es mucho mejor. Cuando nos estamos quedando sin memoria, el sistema operativo decide si es mejor comprimir los datos para ahorrar espacio o mover la información de mayor tamaño, si no son recursos críticos, a la memoria virtual.
Tampoco debemos olvidarnos que esta configuración se utiliza en ocasiones ya críticas, cuando la memoria RAM empieza a escasear. Por ello, si nuestro ordenador va mal, aumentar la memoria virtual no significa que vaya a funcionar mejor, sino que simplemente va a seguir funcionando (incluso peor) en vez de colgarse al no tener recursos disponibles. En caso de que nuestro ordenador vaya mal y lento, lo que podemos hacer es añadirle más memoria RAM para que pueda funcionar mejor con ella o cambiar nuestro disco duro por un SSD que hará que el equipo funcione mucho mejor.
¿Tienes correctamente configurada la memoria virtual de Windows?