Desde hace más de una década, multitud de organizaciones y grupos privados están luchando contra todo lo relacionado con la piratería de contenidos sujetos a los derechos de autor, ya sean películas, libros, juegos o software de carácter genérico. Sin embargo, visto lo visto y con el tiempo que ya ha pasado, parece que los éxitos cosechados son más bien escasos.
Hay que tener en cuenta que estos grupos antipiratería, empresas discográficas o productoras de cine, entre otras entidades, invierten grandes cantidades de dinero para acabar con lo que, bajo su punto de vista, es la principal razón por la que la gente va menos a las salas de cine o compra menos programas y libros, por ejemplo. Sin embargo, como hemos dicho, parece que todas la medidas tomadas para acabar con estas actividades «pirata» no tienen el éxito esperado, ni mucho menos, como podría suceder con el caso del software Kodi.
Y es que multitud de usuarios de todos estos productos y servicios, consideran que los precios de los mismos, teniendo en cuenta su calidad, son excesivos. De hecho no hay más que ver los precios de los libros en papel, por no hablar ya de los electrónicos, o las entradas de cine; que se están convirtiendo casi en un artículo de lujo. Por poner un ejemplo práctico, casi por lo que cuesta una entrada de cine, pagamos un mes entero de suscripción a una plataforma como Netflix con cientos contenidos de todo tipo y de uso ilimitado.
De hecho, más que luchar contra la piratería a base de amenazas, denuncias, bloqueo de portales, etc, la industria del entretenimiento en general debería plantearse la calidad y los precios de los productos y servicios que ofrecen, porque quizá ahí radique el problema, no en los «piratas». De hecho ya ha quedado demostrado en varias ocasiones que, en lo que ya se ha denominado en nuestro país como la “Fiesta del Cine”, día en el que las entradas a las salas bajan de manera importante, la afluencia a las mismas es masiva. Este es un caso más de que quizá el problema no se encuentre en la avaricia de la gente, sino en la situación social que vivimos hoy en día, momentos en los que gastar 8 euros por una entrada o 22 en un libro, es algo que no todos se pueden permitir.
La piratería de juegos también tiene una solución alternativa
Si pasamos del mundo del cine y nos referimos al de los videojuegos, merece la pena mencionar el caso de lo sucedido con el juego The Witcher 3, que al contrario de la tendencia actual aplicando un sistema de protección DRM, los desarrolladores de este título tomaron un camino alternativo. Y es que visto lo sucedido con los crackeos a Denuvo estos últimos meses, se tomó la determinación de prescindir del gasto de incluir un DRM e invertir ese dinero en mejorar el producto en sí y ajustar al máximo el precio de venta al público, todo ello con grandes resultados.
Además, no podemos olvidar que a pesar de las inversiones monetarias de los diferentes grupos para luchar contra la piratería, los resultados son mínimos, como ha vuelto a demostrarse en el caso recientemente sucedido con el portal ExtraTorrent, que pocos días después de su cierre, de nuevo ha vuelto a la vida como en su momento sucedió con KickassTorrents o The Pirate Bay, entre otros muchos, tal y como nos comentan desde RedesZone.