La BIOS y el UEFI son los sistemas básicos de entrada y salida de un ordenador. Estos pequeños sistemas son los encargados de arrancar el firmware base de nuestro ordenador, incluido en un chip de la placa base, y poner en funcionamiento el hardware de manera que, tras los primeros segundos de encendido, pueda empezar a cargar nuestro sistema operativo. Sin embargo, aunque a grandes rasgos la finalidad de ambos elementos es la misma, son sistemas muy diferentes, como os vamos a explicar a continuación.
Qué es la BIOS y cuales son sus principales características
Tradicionalmente, desde 1975, las placas base traían un chip con la BIOS (Basic Input/Output System), siendo este el primer programa que se ejecuta cuando arrancamos el ordenador. Con el paso de los años, este sistema se ha ido haciendo cada vez más completo permitiéndonos almacenar en él todo tipo de configuraciones, desde el orden de los discos de arranque (que anteriormente se establecía por los propios cables) hasta la configuración del comportamiento del hardware, las opciones de energía e incluso el overclock (el cual debía configurarse antes mediante el puente de los jumpers de la placa).
Durante el POST del ordenador, además de comprobar que tiene todos los periféricos necesarios para arrancar y que tanto la memoria como el hardware están en condiciones, se carga en la memoria el disco duro o dispositivo que tiene el sistema operativo (según como lo tengamos configurado) y así, una vez finalice el POST, arrancaremos desde él.
La BIOS se empezaba a quedar corta. Se necesitaba un nuevo sistema más completo y seguro para las placas base. Así nace UEFI
A medida que pasaron los años, los sistemas BIOS empezaron a quedar algo cortos para todas las medidas de seguridad de los sistemas operativos modernos. Debemos tener en cuenta que las primeras BIOS fueron pensadas para DOS, por lo que la intentar cargar un sistema moderno como Windows 7 o Windows 8.1, muchas de las medidas de seguridad necesarias para estar seguros en la red no podían habilitarse.
Además, los sistemas BIOS tienen otro tipo de limitaciones en cuanto a hardware, como, por ejemplo, que solo pueden arrancar desde discos duros de 2.1 TB como máximo (una cantidad impensable en 1980 pero común hoy en día) y, además, este sistema básico cargaba en modo de 16 bits ya que debía mantener la compatibilidad completa con los procesadores más antiguos.
Para acceder a la configuración de la BIOS simplemente debemos pulsar una tecla concreta durante el arranque del ordenador que dependerá de la marca y modelo de placa base, pero que suele ser, por ejemplo, Supr, F2 o F12.
Así es como nació el UEFI, el sucesor de la clásica BIOS.
UEFI, los sistemas de las placas bases actuales
En 2010 se empezó a utilizar como estándar los nuevos sistemas UEFI. La principal diferencia de este nuevo sistema con las clásicas BIOS es que el código que se ejecuta lo hace directamente en 32 o 64 bits, dejando atrás el código de 16 bits que se ejecutaba directamente en los sistemas BIOS anteriores.
Los sistemas UEFI están preparados para trabajar holgadamente con el nuevo hardware actual y para aguantar varios años de cara al futuro. Este tipo de sistemas puede arrancar desde discos duros de hasta 9.4 ZettaBytes (más de 10.000 millones de Terabytes), tamaño 3 veces mayor a lo que se cree que puede ocupar, a día de hoy, todo Internet. Además, este nuevo sistema es compatible con las tablas de particiones GPT, necesarias para trabajar con discos duros de gran tamaño.
Estos sistemas cuentan, además, con nuevas medidas de seguridad que protegen tanto a los usuarios como a todos los datos que hay almacenados en el disco duro. Una de estas medidas de seguridad es la que se conoce como Secure Boot, una configuración que solo permite arrancar e instalar sistemas operativos firmados digitalmente para evitar infectarnos de malware o que un software malicioso pueda ejecutarse en el sistema antes que nuestro SO.
Los sistemas UEFI están mucho más cerca de ser un sistema operativo que un simple firmware
El UEFI no es simplemente un sustituto de la BIOS, sino que podría llegar a considerarse incluso como un pequeño sistema operativo, ya que se puede controlar desde el ratón y en algunos modelos concretos es posible incluso ejecutar otras aplicaciones por encima de él, como, por ejemplo, herramientas de diagnóstico de hardware.
Por último, estos sistemas son capaces incluso de interactuar con el sistema operativo, y es que podemos actualizarlo desde él utilizando la herramienta del fabricante y, además, utilizando el software de la placa base podremos incluso configurarlo, siendo muy útil, por ejemplo, para hacer pruebas de overclock sin tener que reiniciar constantemente para realizar los pequeños ajustes.
Para entrar en la UEFI de un ordenador podemos hacerlo de diferentes maneras. Si no tenemos habilitadas las opciones de protección y arranque directo, podemos entrar a ella igual que si se tratada de una BIOS, con la correspondiente tecla durante el POST, sin embargo, si tenemos estas opciones habilitadas, para entrar a ella debemos hacerlo desde las opciones de «reinicio avanzado» de nuestro sistema operativo ya que, de lo contrario, al no haber POST no podremos entrar a este modo.
¿Cómo puedo cambiar mi BIOS vieja por una UEFI nueva?
Si aún tenemos un sistema con una BIOS clásica debemos saber que no hay forma de actualizar a UEFI salvo comprar nuevo hardware, ya que cambiar de un sistema a otro no es como cambiar un sistema operativo. Aunque descarguemos la última versión del firmware para nuestra placa, esta seguirá siendo BIOS y, aunque puede corregir errores y mejorar el rendimiento del ordenador, no podremos disfrutar de las novedades de este nuevo sistema.
Cualquier placa base que compremos hoy en día tendrá ya este nuevo sistema, y el hardware que se conectará a ella ya estará preparado para arrancar en estos sistemas, por lo que, a grandes rasgos, el montaje y la puesta en marcha siguen siendo iguales.
Normalmente tanto las BIOS como las UEFI suelen ser privativas, de código cerrado, aunque ya existen algunos proyectos libres que nos permiten instalar un sistema OpenSource en algunos modelos determinados de placas base, como el proyecto LibreBoot.
¿Tienes un sistema con BIOS o con UEFI?