A lo largo de este fin de semana hemos podido ver en un gran número de medios cómo algunos fabricantes aún no se rinden ante el fracaso de Windows Phone (o Mobile) y están planeando configurar sus dispositivos con un Dual-Boot, es decir, permitiendo al usuario que elija qué sistema operativo quiere utilizar (Android o Windows) cuando enciende su dispositivo. En este artículo de opinión vamos a analizar si est configuración es realmente práctica y si puede servir de algo a la versión de Windows para smartphone.
Como fiel usuario de Android, tengo un Nexus 4 (ya obsoleto, pero totalmente funcional con Android 7.1), el cual considero uno de los mejores teléfonos que se han puesto a la venta, junto al Nexus One, mi primer smrtphone Android (también funcionando con 7.1). Dejando de lado el Nexus One, que por las limitaciones de espacio a día de hoy es prácticamente inutilizable, en el Nexus 4 he llegado a tener 3 sistemas operativos, CyanogenMod, FirefoxOS (Boot-To-Gecko) y Ubuntu totalmente funcionales.
Lo primero de todo, indicar que el dual boot no es para todos, sino que esta configuración está pensada principalmente para usuarios avanzados, igual que en los ordenadores. Un usuario con pocos conocimientos sobre informática o tecnología en general se va a encontrar con problemas al intentar hacer uso de esta tecnología. Mientras que en un ordenador esta configuración puede ser muy útil (por ejemplo, utilizar Ubuntu para trabajar y Windows para jugar), en el caso de un smartphone estamos mucho más limitados.
En un PC con dos sistemas operativos, cada uno de ellos tiene sus propias ventajas e inconvenientes sobre los demás, por ejemplo, hay aplicaciones que solo están disponibles para unos sistemas (Linux) mientras que los juegos funcionan mucho mejor en otro sistema (Windows). Sin embargo, hacer un Dual Boot en un smartphone, donde uno de los sistemas tiene todo (Android) y el otro tiene pocas aplicaciones y una interfaz mal diseñada, la verdad, no tiene mucha lógica.
Además de esto, un usuario solo va a utilizar un sistema operativo, el que utilice por defecto, ya que será en el que tenga todas sus aplicaciones instaladas y toda su configuración. Además, lo más probable es que los espacios de almacenamiento estén aislados entre ambos sistemas (entre otras cosas, porque Windows Mobile no lee ext4), por lo que al utilizar un sistema, todos los datos del otro serán inaccesibles, salvo que nuestro teléfono tenga micro-sd y la tengamos formateada en FAT32 o ex-FAT.
Igual que ocurrió con mi Nexus 4, al final las horas que utilicé tanto Ubuntu con FirefoxOS fueron contadas, ya que Android es quien, al final, controla la vida de la mayoría (salvo que lo haga iOS). Si utilizar un smartphone con Ubuntu o Firefox OS no es práctico, a pesar de ser sistemas operativos superiores a Windows Phone, en una configuración Dual-Boot entre Windows y Android, el sistema de Microsoft no tiene nada que hacer.
Ni Dual-Boot ni nada. Windows, como sistema operativo para móviles, está acabado
Los smartphones con Windows no venden prácticamente nada, ni en España (donde su cuota de mercado es similar a la de Blackberry) ni fuera de nuestro país. Si ofreces a los usuarios un smartphone con los dos sistemas operativos, si tiene un precio competitivo (algo que probablemente no ocurra) puede que sí se vendan más unidades, pero todas, o la inmensa mayoría de ellas, utilizará este teléfono con Android, llegando incluso a no arrancar una sola vez Windows en él.
Microsoft debe olvidarse por completo de Windows Phone, Mobile y todas las demás versiones que no han generado más que pérdidas a la compañía por haber llegado tarde y mal al sector móviles. Sin embargo, la compañía no debe rendirse en su intento de abrirse un hueco en el sector de los dispositivos ARM, y es que, la verdad, con Windows 10 S tiene una buena oportunidad para entrar en el mercado de las tablets, un mercado actualmente estancado en Android y iOS y al que, de saber llevar las riendas, podría sacarle mucho juego, superando al sistema operativo líder en este sector.
Por desgracia, siendo Microsoft como es, no sabrá aprovechar esta oportunidad, aunque puede que finalmente se dé cuenta del lastre que supone Windows Phone cuando empiece a ver beneficios en Nokia, fabricante casi en bancarrota por culpa de Windows, beneficios generados por los nuevos Nokia que llevarán, como debía haber sido desde un principio, Android.
¿Qué opinas de un smartphone con Dual-Boot Android y Windows?
*Artículo de opinión