Una de las mayores ventajas de Windows es la gran cantidad de hardware diferente sobre el que se ejecuta, ventaja que, en ocasiones, incluso puede ser un inconveniente al complicar esta característica la tarea de probar el sistema bajo determinadas configuraciones para garantizar que no existe errores. Sin embargo, aunque Microsoft nunca ha puesto trabas a los usuarios para utilizar un sistema operativo concreto u otro, es posible que, dentro de poco, si tienes una CPU relativamente nueva, Microsoft te obligue a utilizar Windows 10.
Windows 10 es el sistema operativo más reciente de Microsoft. Este sistema operativo cuenta con incontables mejoras de seguridad y rendimiento respecto a las versiones anteriores del sistema operativo, sin embargo, Microsoft sigue manteniendo las versiones anteriores de Windows que aún cuentan con soporte, como, por ejemplo, Windows 7 o Windows 8.1.
Aunque el soporte de Windows 7 va a acabar en menos de 3 años, este sistema aún tiene la mayor cuota de mercado. Por ello, Microsoft se está viendo obligada a tomar decisiones drásticas para reducirla, y una de ellas va a ser dejar de dar soporte a los usuarios que utilizan versiones anteriores a Windows 10 en ordenadores con procesadores nuevos de Intel (séptima generación), AMD (Bristol Ridge) y Qualcomm (8996).
Esto no significa que Windows 7 o Windows 8.1 no se vaya a poder instalar en estos procesadores, ni que tendremos problemas para hacer funcionar sin problemas el sistema operativo, sino que ni Microsoft, ni los fabricantes, van a dar soporte a estos sistemas operativos, no lanzarán drivers y es posible incluso que tampoco podamos conectarnos a Windows Update para descargar las actualizaciones del sistema operativo, recibiendo un error «desconocido» numerado como «80240037».
WSUS podría ser una solución para actualizar Windows 7 y Windows 8.1 utilizando CPUs modernas
Como hemos dicho, estos sistemas operativos antiguos se podrán instalar sin problemas en estos nuevos procesadores, pero donde podremos encontrar problemas es a la hora de instalar las últimas actualizaciones del sistema operativo a través de Windows Update. Aunque es posible suplantar nuestra CPU de cara a Windows Update con determinadas herramientas, es mucho más fácil utilizar una aplicación como WSUS Offline Installer que nos permite descargar e instalar las actualizaciones manualmente sin depender de la herramienta oficial de Microsoft.
Si queremos descargar esta aplicación, podemos hacerlo de forma totalmente gratuita desde su página web principal.
Además, también podremos descargar e instalar las actualizaciones de Windows a través del Catálogo de Microsoft Update sin tener tampoco problemas. Aunque, si los tenemos, Microsoft nos dará tan solo una solución: Actualizar a Windows 10.
Tarde o temprano todos tendremos que actualizar a Windows 10. Recordamos que, además de ser un sistema operativo moderno, preparado para exprimir al máximo las nuevas tecnologías y seguro de cara a todo tipo de amenazas informáticas, incluso el ransomware, a las versiones anteriores a él no les queda tanto soporte por delante, y es que, por ejemplo, a Windows 7 le quedan menos de 3 años de vida, mientras que a 8.1 le queda algo más, hasta 2023, pero también es inferior al ciclo de vida de Windows 10.
¿Qué te parece que Microsoft y los fabricantes dejen de dar soporte a Windows 7 y 8.1?