Cuando nos compramos un componente de un ordenador, por ejemplo, un procesador, unas memorias USB o una tarjeta gráfica, siempre suelen venir con una configuración de voltaje y frecuencia que garantice un correcto funcionamiento, unas temperaturas aceptables y se puedan utilizar, incluso a tope de carga, de forma segura. Sin embargo, gracias al overclock, podemos controlar el rendimiento del ordenador.
El Overclock es un proceso mediante el cual, modificando los voltajes y las frecuencias de un componente de hardware, podemos mejorar el rendimiento de un componente de forma gratuita para sacar aún más provecho de él. Antes de introducirnos en esta práctica, debemos tener en cuenta que modificar los voltajes de los componentes puede llegar a quemarlos, literalmente. Por ello, antes de empezar con esta práctica, lo mejor es investigar por la red, adquirir conocimientos sobre ella y, sobre todo, tener una buena refrigeración.
Si queremos hacer un overclock de forma «segura», lo mejor es subir las frecuencias lo que den de sí sin modificar el vcore.
A qué componentes podemos hacer Overclock
Uno de los primeros componentes de un ordenador a los que se les suele hacer overclock es al procesador. De esta manera, modificando las frecuencias y los voltajes, siempre con sumo cuidado, podemos mejorar notablemente el rendimiento del mismo, pudiendo llegar a aumentar su frecuencia incluso más de 500 Mhz sin demasiadas complicaciones.
En AdslZone podemos ver una guía para principiantes para hacer overclock a una CPU.
Normalmente, desde la BIOS, también podemos aumentar las frecuencias y los voltajes del chipset y la memoria RAM, aunque las placas base modernas suelen ajustar estos tres elementos automáticamente para que trabajen sincronizados.
Además del procesador, los usuarios que suelen utilizar el ordenador para jugar también pueden mejorar, y mucho, el rendimiento de su tarjeta gráfica aumentando sus valores por defecto. A diferencia del overclock de la CPU, que generalmente debe hacerse desde la BIOS, para las GPU existen programas, como el clásico MSI Afterburner o NVIDIA Inspector, para jugar con las frecuencias y voltajes de estas.
Esto, además de ser más fácil, nos garantiza que una mala configuración solo reiniciará nuestro ordenador y que, si no hemos configurado la herramienta para que la nueva configuración se aplique al iniciar, cuando arranque nuestro ordenador, sus valores estarán de nuevo por defecto.
En AdslZone podemos ver una guía para principiantes para hacer overclock a una tarjeta gráfica, o GPU.
Cómo saber hasta qué punto puedo hacer overclock a mis componentes
Cada procesador, memoria y gráfica son un mundo. Incluso dentro de un mismo modelo, puede variar notablemente la configuración de un fabricante (como MSI) a otro (como Gigabyte).
Por ello, si nos gusta ir subiendo los valores poco a poco, muy bien. De lo contrario, podemos buscar en Google información sobre el OC que soportan nuestros componentes en concreto y optar por habilitar automáticamente dicha configuración que, probablemente, ya esté optimizada al máximo, sacando el máximo provecho de los componentes sin arriesgar su vida útil.
¿Has hecho Overclock alguna vez a tus componentes de hardware?