El Raspberry Pi se ha convertido en uno de los micrordenadores más populares. Cualquiera puede hacerse con uno, ya que su precio le hace accesible para cualquier bolsillo. Y las posibilidades que nos ofrece son ilimitadas, desde montar nuestro propio servidor casero hasta convertirlo en un ordenador o en una completa consola retro. Para hacerlo funcionar, tan solo necesitamos una tarjeta micro-SD con el sistema operativo, ya que no tiene almacenamiento interno. Y en esta tarjeta se guardarán todos los datos y todas las configuraciones. Pero ¿qué pasa si hacemos algo mal y deja de funcionar? ¿Y si se borra la tarjeta por error o por un problema?
En un principio, si la tarjeta SD que gestiona la Raspberry Pi deja de funcionar, a no ser que tengamos almacenados datos de los que no tengamos una copia de seguridad, es poco probable que se vaya a acabar el mundo. Si se diera el caso, y su contenido no incluye ningún dato que necesitemos recuperar, la solución más sencilla pasa por comprar una nueva SD y volver a instalar el sistema operativo de la Raspeberry junto con todas las aplicaciones que tuviéramos en ese momento.
Por qué puede fallar la micro-sd del Raspberry Pi
Hay muchas razones por las que un dispositivo de almacenamiento, como es una tarjeta micro-sd, puede fallar. Si no tenemos mucha experiencia dentro de los sistemas operativos Linux, es fácil que, al realizar cambios en la configuración, o al actualizar, el sistema quede dañado y, al no saber recuperarlo, perdamos todo lo que teníamos. Generalmente, todo lo que se refiere a fallos de configuración de un sistema Linux tiene solución, la cosa es ¿cómo?
Pero los fallos de software no son los únicos que nos pueden dar dolores de cabeza. También hay otras razones por las que podemos perder el sistema operativo de este microordenador. Por ejemplo, puede haber un error crítico con el sistema que haga que se borre la tabla de particiones y la tarjeta de memoria aparezca como «en blanco». Esto puede ocurrir fácilmente si desconectamos el Raspberry como no debemos. También puede pasar que, con el paso del tiempo, la tarjeta de memoria deje de funcionar debido a que ha agotado los ciclos de lectura y escritura de sus chips. Esto ocurre, sobre todo, cuando usamos tarjetas SD de baja calidad. Y no queda otra que dar por perdido todo el contenido y comprar una nueva.
Otro caso con el que nos podemos encontrar es si habitualmente utilizamos la tarjeta SD de la Raspberry para transferir contenido al dispositivo. Las tarjetas SD, por buenas que sea, no están pensadas para introducirse y extraerse continuamente de unidades lectoras, ya que los contactos se desgastan con bastante facilidad. Para evitar este problema, lo mejor que podemos hacer es crear un servidor Samba y compartir datos desde otro equipo con Windows o Linux para transferir los datos queremos almacenar en la Raspberry.
La ventaja que tiene este sistema de almacenamiento es que, si se rompe, o si queremos cambiar a otro de mayor capacidad, podemos hacerlo muy fácilmente, ya que basta con comprar una nueva tarjeta de memoria, configurarla y meterla en el Raspberry Pi para empezar a usarla. Lo único que perderemos es el tiempo necesario para dejarlo todo tal como lo teníamos al principio. Y, para evitarlo, están las copias de seguridad.
Hacer copia de seguridad
Hay varias formas de hacer copias de seguridad de la tarjeta de un Raspberry Pi. Dependiendo de si la hacemos desde Windows, o desde Linux (incluso desde el propio micro-ordenador) el proceso que debemos seguir será de una forma u otra. Vamos a verlo en detalle.
Si tenemos en cuenta el poco tiempo que se tarda en crear un nuevo instalador, a no ser que tengamos datos de suma importancia en el SD donde tenemos instalado Raspberry Pi OS, realmente no merece la pena crear una imagen y volver a restaurarla en otra SD. Si queremos almacenar datos, lo suyo es utilizar una unidad de almacenamiento externa en forma de disco duro o pendrive, ya que, de esta forma, si le pasa algo al sistema operativo, podemos hacer borrón y cuenta nueva.
Desde Windows
Para hacer la copia de seguridad de la tarjeta de memoria desde Windows, lo único que vamos a necesitar es que nuestro ordenador disponga de un lector de tarjetas de memoria. De no ser así, debemos comprar uno en cualquier tienda (pueden rondar los 10 euros, e incluso menos) y conectar por él la tarjeta a nuestro ordenador. Es probable que nos aparezca un mensaje que nos indica que la tarjeta de memoria no tiene formato y que la tengamos que formatear. Es importante no hacerlo e ignorar el mensaje. Este aparece porque la micro-sd estará en un sistema de archivos Linux (como ext4) y, por tanto, Windows no podrá leer sus archivos.
A continuación, descargaremos un programa gratuito y de código abierto llamado Win32 Disk Imager y lo instalaremos en el ordenador. Una vez instalado, lo ejecutamos y veremos una ventana como la siguiente.
Hacemos clic sobre el botón de la carpeta que aparece en el apartado «Image File» y seleccionaremos el directorio donde queremos que se guarde la copia de seguridad que vamos a hacer. También seleccionaremos en el apartado «Device» la unidad de la que vamos a hacer la copia.
¿Cómo es posible hacer una copia de los datos si Windows no los reconoce? Porque este programa hace una copia «RAW«, es decir, en crudo, de los 1 y 0 de los datos. Da igual el contenido, se crea una copia literal de la unidad (incluso del espacio libre de la misma) para que no haya ningún problema.
Una vez listo todo, hacemos clic sobre el botón «Read» y comenzará el proceso de creación de la imagen. Este proceso puede tardar varios minutos, y ocupará lo mismo que la capacidad de la tarjeta de memoria original.
Cuando termine el proceso de lectura, la tendremos la imagen (un archivo, con formato .img) en el directorio que le hayamos especificado. Ya podemos sacar la tarjeta del ordenador, y volverla a conectar al Raspberry Pi.
Desde Linux o el mismo Raspberry Pi
Si lo vamos a hacer desde un sistema Linux (e incluso desde el propio Raspberry Pi a una unidad externa que tengamos, por ejemplo, por USB o en red), lo que debemos hacer es conectar la tarjeta al ordenador (si no la tenemos ya) y localizar su punto de montaje usando el siguiente comando:
sudo fdisk -l
Suponiendo que sea /dev/sdb (que variará en función de las unidades conectadas al PC), a continuación, haremos uso del comando «dd» para clonar los datos RAW de la unidad principal (la tarjeta) al directorio que queramos. Este comando tiene la siguiente estructura:
sudo dd if=/dev/sdb of=[directorio]/raspbackup.img
Debemos cambiar [directorio] por la ruta donde queramos guardar la imagen. Ya sea una unidad de red, u otro punto de montaje diferente. Lo que es lógico es que no debemos crear la copia de seguridad en la misma micro-sd, ya que, si se pierden los datos, y la copia de seguridad, de poco nos sirve.
Restaurar una copia de la SD
Para restaurar la copia de seguridad en caso de que la tarjeta original falle, o la cambiemos por una más grande, literalmente lo que debemos hacer es seguir los pasos a la inversa.
Desde Windows
Si hemos utilizado Win32 Disk Image, obviamente es la aplicación que vamos a utilizar para restaurar la copia de seguridad. Para hacerlo, una vez hemos abierto la aplicación, seleccionando en «Image File» la imagen de la copia de seguridad, en «Device» la letra de la unidad de la micro-sd donde vamos a escribir la imagen, y haremos clic sobre el botón «write». El proceso borrará todos los datos, y cuando termine tendremos la tarjeta de memoria lista para funcionar de nuevo en el Raspberry Pi.
Utilizando Linux
En el caso de Linux, lo que debemos hacer es usar de nuevo el comando dd, pero de forma inversa. Es decir, en el parámetro «if» podremos el directorio de la imagen (img) de la copia de seguridad, y en el parámetro «of» el punto de montaje de la tarjeta de memoria donde vamos a volcar dicha imagen.
sudo dd if=[directorio]/raspbackup.img of=/dev/sdb
Por si nos lo preguntamos, no nos sirve copiar el archivo «raspbackup.img» (o como lo llamemos) a la tarjeta de memoria. Tiene que realizarse un volcado RAW, bit a bit, del contenido, igual que se hizo la copia.
Descargar e instalar Raspberry Pi OS en una SD
Si no hemos la precaución de hacer una copia de seguridad de la tarjeta SD que gestiona nuestra Raspberry Pi, nos veremos obligados a descargar nuevamente el sistema operativo y comenzar cero, un proceso que, afortunadamente, tan solo nos llevará unos minutos.
El primer sistema operativo que se lanzó para gestionar la primera Raspberry Pi se denominada Raspbian. Sin embargo, con el lanzamiento de la Raspberri Pi 4, la Fundación Raspberry Pi anunció el lanzamiento de Raspberry Pi OS. Con esta nueva versión del sistema operativo de este dispositivo, se introdujo soporte para 64 bits (Raspbian solo ofrecía soporte de 32 bits).
Raspbian, el primer sistema operativo de la Raspberry se lanzó en 2012, como una bifurcación de Debian y optimizada para funcionar con un proceso que muy escaso. Era cuestión de tiempo que, conforme el hardware de las Raspberry evolucionara, también lo hiciera el sistema operativo.
Raspberry Pi OS es una nueva versión completamente diferente de Raspbian que permite aprovechar los procesadores de 64 bits. Si tenemos una Raspberry Pi 4 o superior, el sistema operativo que debemos instalar es Raspberry Pi OS, pero si el modelo de Raspberry que utilizamos es anterior a ese modelo, podemos instalar Raspbian sin problemas, pero le sacaremos un mayor partido si también utilizamos Raspberry Pi OS.
Instalar Raspberry Pi OS
Para instalar Raspberry Pi OS en un SD, necesitamos de un ordenador ya que debemos descargar el instalador desde la web de Raspberry a través de este enlace. El sistema operativo que utilicemos es lo de menos, ya que el instalador está disponible para Windows, macOS y distribuciones Linux. Una vez hemos descargado el instalador, que ocupa algo menos de 20 MB, debemos instalarlo en el equipo.
Lo primero que debemos hacer es elegir el tipo de Raspberry Pi donde queremos realizar la instalación del sistema operativo. De esta forma, la aplicación filtrará las opciones que podemos elegir, 32 o 64 bits.
A continuación, el instalador nos invitará a seleccionar que tipo de Raspberry OS queremos descargar: 32 o 64 bits. Si la Raspberry que tenemos tiene un procesador de 64 bits, esta es la versión que debemos instalar si queremos sacarle el máximo partido. Pero, si es una Raspberry antigua, tendremos que instalar la versión de 32 bits.
La opción recomendable es Raspberry Pi OS 32 bits, versión incluye Raspberry Pi Desktop. Pero, también podemos instalar una versión diseñada para utilizar el dispositivo como reproductor multimedia, para emular juegos o instalar la versión de 64 bits de este sistema operativo con su correspondiente escritorio.
Además de las versiones más recientes de 32 y 64 bits, también podemos instalar versiones más antiguas directamente desde la aplicación, sin tener que descargar software desde la web de Raspberry Pi, ya que el instalador se encargará de hacerlo por nosotros.
A continuación, debemos introducir la tarjeta SD donde queremos instalar este sistema operativo, pulsar en Elegir almacenamiento y seleccionar la unidad. Finalmente, pulsamos en Siguiente para que dé comienzo el proceso, un proceso tardará más o menos tiempo dependiendo de la versión del sistema operativo que seleccionemos y de la velocidad de escritura de tarjeta que estemos utilizando.
Una ha finalizado la instalación, introducimos la SD en la Raspberry, iniciamos el equipo e instalamos las aplicaciones que queremos utilizar en este dispositivo.
El estamos utilizando directamente las Raspberry Pi con una distribución Linux que no sea esta, no es necesario descargar el instalador ni crear un SD de arranque, ya que podemos realizar el proceso directamente desde una ventana de terminal de Linux introduciendo el siguiente comando:
sudo apt install rpi-imager
Instalar Raspbian
Si nuestra Raspberry Pi tiene unos cuantos años y Raspberry Pi OS no es compatible, podemos optar por volver a instalar Raspbian. A través de la página web de Raspbian tenemos acceso a un gran número de diferentes imágenes de este sistema operativo, un sistema operativo que actualmente está discontinuado, ya que la comunidad ha decidido apostar por la nueva versión, aunque a través de los diferentes enlaces para descargar imágenes, podemos acceder a un gran número de interesantes proyectos que todavía nos permitirán sacarle el máximo partido a este dispositivo, por antiguo que sea.