Hoy en día, todo tipo de programas, aplicaciones y webs necesitan una completa base de datos que garantice que todo funciona correctamente. En estas bases de datos se puede guardar de todo, desde instrucciones y configuraciones para que el programa pueda funcionar, hasta usuarios y permisos de los mismos en caso de que se trate de una página web. Hay muchos motores de bases de datos disponibles en la red. Pero, si buscamos entre los más conocidos y utilizados por los desarrolladores, sin duda nos vamos a encontrar, entre otros, con SQLite.
Qué es SQLite
SQLite nació como un motor de bases de datos muy ligero, de código abierto y escrito en C, donde podremos guardar todo tipo de información relacionada con un programa o una app. Su principal ventaja es que, a diferencia de lo que ocurre con otros motores de base de datos, SQLite funciona como un servidor propio e independiente, evitando tener que realizar consultas externas en procesos separados. O lo que es lo mismo, se incluye la base de datos y el motor dentro del programa y los datos se consultan (o guardan) desde él mismo, eliminando la necesidad de tener otros servicios abiertos en segundo plano.
SQLite hace uso de SQL, un lenguaje específico para trabajar con bases de datos. Por ello, las consultas y órdenes se pueden enviar a este servidor directamente en este lenguaje. Además, permite combinar estas instrucciones con scripts en Python para poder analizar datos complejos.
Algunos de los usos más comunes de estas bases de datos son:
- Programas de escritorio y aplicaciones móviles.
- Sitios web muy ligeros, como páginas estáticas.
- Sitios o sistemas que cuenten con un número relativamente bajo de usuarios, en torno a los 100.000.
Características y uso
Entre las principales características de este lenguaje podemos destacar varias de ellas. La primera, y una de las más importantes, es que sus versiones más recientes permiten trabajar sin problemas con bases de datos de hasta 2 TB de tamaño. Además, sus bases de datos cuentan con la mayor parte del estándar SQL-92, por lo que funcionan sin problemas con otros programas que trabajen con instrucciones SQL. También cuenta con un sistema de tipos inusual, asignando cada tipo a valores individuales. Otra característica es que permite que varios procesos o hilos consulten la misma base de datos sin problemas, lo que se traduce en una mejora considerable de rendimiento frente a otras alternativas (aunque, eso sí, las escrituras no pueden ser simultáneas).
Algunos de los lenguajes de programación que utilizan estas bases de datos ligeras son:
- Programas escritos en C/C++.
- Software programado en REALbasic, ya que SQLite se encuentra embebido dentro del framework.
- Programas escritos en Perl y Python.
- Usando módulos adicionales, otros lenguajes son compatibles, como Visual Basic 6, Delphi, Java o .NET.
- Desde la versión 5, PHP incluye SQLite. Antes, era necesario recurrir a addons.
- macOS incluye el lenguaje.
- Otros lenguajes y herramientas, como Bennu, AutoIt, Go (el lenguaje de Google) o BitzMax.
Hay muchos programas que solemos usar a diario que cuentan con este tipo de bases de datos. Algunos de los más conocidos son los siguientes:
- Adobe Photoshop Elements, el editor de fotografías sencillo y asistido por IA.
- Firefox, que recurre a SQLite para guardar cookies, favoritos, historial, etc.
- OpenOffice, usándolo como modelo de base de datos de Base.
- Varias aplicaciones de Apple, como Apple Mail.
- Opera, para la gestión de bases de datos WebSQL.
- Skype, el conocido programa para videollamadas.
- Kodi, el centro multimedia.
Por último, hay que indicar que, debido a su reducido tamaño, es perfecto para incluirlo dentro de programas y sistemas operativos, como Android, iOS, Google Chrome o WebOS, entre otros.
Diferencias con MySQL
A pesar de que ambos son sistemas de gestión de bases de datos, hay bastantes diferencias entre MySQL y SQLite. El primero de ellos es que MySQL se basa en un modelo cliente/servidor, donde se genera una consulta, y se obtiene una respuesta a través de la red. Además, aunque es de código abierto, no es libre como SQLite, sino que es propiedad de Oracle.
MySQL, por su parte, también es más compatible con otros tipos de datos y lenguajes. Por ejemplo, SQLite soporta solo datos del tipo Integer, Real, Text y Blob, mientras que MySQL soporta, entre otros, datos como Tinyint, Timestamp, MediumBlob, MediumText y Datetime.
SQLite puede resultar algo más lento al tener unas bibliotecas más pequeñas y no contar con funcionalidades como, por ejemplo, consultas simultáneas. Las bases de datos de Oracle, al soportar esta funcionalidad, sí que lo soportan, y esto es esencial cuando queremos asegurar el mejor rendimiento.
Por último, las bases de datos de MySQL son mucho más seguras al contar con sistemas de autenticación y control de usuarios. Un usuario que quiera acceder a los datos tendrá que especificar un nombre de usuario y una contraseña, mientras que en SQLite el acceso es directo y sin restricciones.
En resumen, las ventajas de SQLite son:
- Ofrece gran estabilidad, es multiplataforma y retrocompatible.
- Totalmente gratuito, y de código libre.
- No se instala ni configura.
- Guarda todas las bases de datos en un mismo fichero.
Por otro lado, los pros de su rival, MySQL, se resumen en:
- Guarda y relaciona bases de datos de mayor capacidad.
- Se basa en un modelo cliente/servidor, con más ancho de banda y mejor rendimiento.
- Se puede ejecutar en la nube.
Cómo programar en SQLite
Como hemos dicho, las bases de datos de SQLite utilizan el lenguaje de SQL. Por lo tanto, cualquier editor de SQL debería servirnos sin problemas para crear, consultar y editar bases de datos en este lenguaje. Eso sí, siempre hay algunos programas que son más completos o están más especializados que otros a la hora de realizar determinadas tareas. Por ejemplo, algunos de los mejores IDEs para trabajar con estas bases de datos son:
- Visual Studio Code (con las extensiones SQLTools o SQLite).
- DBVisualizer
- SQLite Editor
- DBeaver
- SQLiteExpert
- SQLite Studio
- SQLite Query
Lo que debemos tener en cuenta a la hora de elegir un programa u otro es básicamente la plataforma desde la que vamos a trabajar (por ejemplo, un PC con Windows o Linux, un Mac, o un móvil), el soporte y la asistencia de los programas, y si se trata de un software gratuito y sin restricciones, o está limitado.