¿Es Windows 10 una opción para los usuarios de Windows 7? Muchos afirman que no
Acaba de llegar la segunda de las dos grandes actualizaciones de características de Windows 10, la November 2019 Update. Al mismo tiempo esta versión del sistema operativo no para de crecer, siendo ya la más usada en todo el mundo, y la cosa va a ir a más.
Sin duda este es un sistema operativo robusto y seguro en el que Microsoft no cesa de trabajar a base de constantes actualizaciones, correcciones y parches que envía a menudo. Pero con todo y con ello y a pesar de los años que ya lleva entre nosotros, Windows 10 sigue envuelto en la polémica para muchos. Y es que aún hay muchos millones de usuarios que se niegan a migrar desde otras versiones más antiguas, como sucede con Windows 7, por ejemplo.
Y es que en la otra cara de la moneda nos encontramos con esta otra opción de Microsoft, Windows 7. Esta es una versión del sistema operativo que, como ya os hemos comentado en alguna ocasión, está cerca de llegar a su fin. No es que vaya a desaparecer de buenas a primeras, no, pero sí que dejará de recibir soporte oficial por parte de la firma de Redmond. De hecho faltan solo un par de meses para que esto suceda. En concreto el Patch Tuesday de la firma para el 14 de enero de 2020, será la última.
De igual modo, la penetración de mercado de Windows 7 poco a poco desciende, aunque a un ritmo mucho más pausado de lo que a Microsoft le gustaría. A pesar de quedarse sin soporte oficial, para millones de usuarios Windows 7 continúa siendo su primera opción. De hecho buena parte de estos se niegan a migrar por no considerar Windows 10 una opción válida que sustituya al mencionado Windows 7.
Millones de usuarios no quieren dejar Windows 7
Por tanto, se puede decir que a pesar de los riesgos que tiene permanecer trabajando día a día con un sistema operativo sin soporte, no todo el mundo está dispuesto a actualizarse. A todo esto hay que sumarle que Windows 8.1 sigue recibiendo soporte, pero Microsoft está presionando a los usuarios de la versión anterior para que cambien a la más moderna, sin éxito en muchos casos. Son varias las razones de ello, aunque la mayoría están de acuerdo en las mismas.
Hay que tener en consideración que Windows 10 recibe dos grandes actualizaciones de características cada año, por lo que no para de mejorar y crecer. Sin embargo eso no convence a muchos de los millones de usuarios actuales de Windows 7. Es importante recordar que el hecho no recibir parches de seguridad, quiere decir que el equipo se convierte en un sistema mucho más vulnerable frente a posibles ataques. Pero al mismo tiempo no significa que necesariamente vayamos a ser víctimas de los mismos.
Dicho todo esto, tanto los usuarios de una versión como de otra, quizá os preguntéis las razones más habituales por las que muchos se niegan a cambiar. Pues bien hay varias que son las más comunes, o al menos las que más se escuchan. Por un lado nos encontramos las constantes polémicas relacionadas con la privacidad en las que Windows 10 se ha visto envuelto. Esto era algo que se hacía especialmente patente en sus inicios, ya que Microsoft ha mejorado esto en gran medida. Pero a pesar de todo, la desconfianza por parte de un elevado número de usuarios, sigue ahí.
Windows 10 tiene problemas de rendimiento y privacidad
Desde que vio la luz, esta versión del sistema recopila y comparte con la propia Microsoft parte de los modos de uso y hábitos de los usuarios en lo que se conoce como telemetría. La firma indica que esto es solo para mejorar el sistema, pero al público no le gusta en absoluto. Es más, consideran que todo ello viola en gran medida su privacidad, lo que evidentemente, rechazan y prefieren no usarlo.
Por otro lado nos encontramos con el entorno e interfaz que esta versión actual del sistema nos propone. Si ya hubo un importante salto en este sentido desde Windows 7 a Windows 8.1, el cambio a 10 fue aún mayor. Así, muchos se niegan a usar Windows 10 y sus aplicaciones UWP, por lo hablar de la tienda oficial, la Microsoft Store. Así, prefieren la sencillez unida a la eficacia que propone la versión antigua del software, de ahí su negativa a migrar.
Decir que este es un sistema que lleva entre nosotros alrededor de 10 años, pero sigue siendo una de las mejores versiones que Microsoft ha lanzado nunca. Por tanto, a pesar del tiempo transcurrido, es una versión que sigue funcionando muy bien. Debido a ello, si el software funciona bien y cumple con las expectativas de aquellos que los utilizan a diario, para qué cambiar. Eso es al menos lo que piensan otros muchos, y no sin razón. Por lo tanto millones se niegan a tener que acostumbrarse a la “complejidad” que les propone la moderna interfaz de Windows 10.
Esto nos da paso a otra de las razones más habituales, y es por todo lo relacionado con el rendimiento. Windows 10 es un software potente y complejo repleto de funciones, por lo que los requisitos que exige para todo ello, son mayores. Por tanto muchos temen que la migración que pide Microsoft, afecte a sus PCs y les deje obsoletos, algo a lo que no están dispuestos. De igual modo, estos consideran que Windows 10, de por sí ya viene repleto de aplicaciones UWP preinstaladas que no van a usar.
Windows 7 se niega a desaparecer, y aún dará mucha guerra
Así, estas lo único que hacen es consumir espacio y recursos del equipo de manera innecesaria, a la vez que obligatoria, por lo que no quieren pasar por el aro. Y es que estos no están dispuestos a tener que usar ni las UWP, ni la Microsoft Store, por lo que prefieren seguir con sus aplicaciones de escritorio en Windows 7.
De este modo, si unimos todo ello, es lógico que todavía millones de usuarios no tengan planeado lleva a cabo esa, deseada por Microsoft, migración. Con razón o sin ella, aquellos que a partir de enero de 2020 deseen seguir trabajando con Windows 7, tendrán que poner algo más de cuidado al no recibir soporte ni parches de seguridad. Al margen de ello, si esta extraordinaria versión del sistema cumple con sus necesidades, tienen todo el derecho del mundo a continuar usándola.
Y para terminar, también merece la pena reseñar que al principio de lo que sucedió en los inicios de Windows 10, la migración ya no es gratuita. Os decimos esto porque es más que probables que muchos usuarios tampoco estén dispuestos a pagar por una nueva licencia de Windows 10. Esto supone un desembolso superior a los 100 euros, lo que se convierte en otra razón más.
¿Tenéis pensado seguir usando Windows 7 el próximo año, o planeáis migrar a Windows 10?