Como ya sabremos, las versiones de Windows no son infinitas. Desde el lanzamiento del sistema operativo ya sabemos, aproximadamente, cuánto tiempo va a estar el sistema recibiendo actualizaciones y soporte, y cuándo entrará dentro del «soporte extendido» para afrontar sus últimos días. Actualmente, los dos sistemas que están en funcionamiento son Windows 10 y Windows 11. Pero hay otra versión, aún usada por miles de usuarios, que pronto va a pasar a la historia: Windows 8.1.
Windows 8 no empezó con buen pie. Los usuarios, después de estar años con un sistema rápido y robusto como Windows 7, se encontraron con un sistema extraño, inestable y lleno de problemas que cambiaba radicalmente el concepto del sistema operativo y de las ventanas. Poco después de su lanzamiento, Microsoft intentó corregir muchos de los problemas de este sistema lanzando la actualización Windows 8.1. Y, aunque lo mejor que pudo hacer fue romper por completo con él y lanzar Windows 10, al menos 8.1 era un sistema funcional, que sigue instalado en muchos ordenadores hasta hoy.
Como ya ha ocurrido en otras ocasiones, la fecha de la muerte de Windows 8.1 se acerca. Y es que, a partir del 10 de enero de 2023, este sistema operativo dejará de recibir cualquier tipo de soporte. Microsoft indica a los usuarios que, además, este sistema no va a contar con un programa de actualizaciones extendidas «Extended Security Update», por lo que, una vez llegada la fecha, solo nos quedará una opción: actualizar a una nueva versión de Windows. Y, si nuestro PC no puede actualizar, la respuesta de Microsoft es sencilla: compra un ordenador nuevo que esté preparado para Windows 11.
¿Qué pasará cuando Windows 8.1 quede sin soporte?
Microsoft recuerda que, aunque este sistema quede abandonado y sin soporte, los usuarios que lo tengan instalado en el PC podrán seguir usándolo sin ningún problema. El problema es que, a partir de esa fecha, el sistema ya no va a recibir ningún tipo de actualización más, ni de seguridad ni de mantenimiento ni nada. Tampoco recibirá soporte técnico por parte de Microsoft en caso de tener algún problema al trabajar con él.
Llegados a este punto, Microsoft ofrece tres opciones a los usuarios: actualizar a Windows 10 en el ordenador (el cual tendrá soporte solo hasta 2025), instalar Windows 11 y poder seguir usando el sistema sin preocuparnos del soporte, o comprar un nuevo PC ya especialmente preparado y optimizado para funcionar con Windows 11.
Microsoft indica a los usuarios que no ofrece actualmente ninguna promoción que permita actualizar gratis a Windows 10 o Windows 11. Sin embargo, tal como hemos visto ya en otras ocasiones, si nuestro PC tiene una clave original de Windows 8.1, sí que vamos a poder actualizar sin tener que pasar por caja. Eso sí, tendremos que hacerlo manualmente. Debemos bajar esta herramienta desde la web de Microsoft y seguir los pasos para actualizar nuestro PC al Windows 10. Una vez actualizado el ordenador, la clave quedará vinculada a la Cuenta Microsoft, y podremos usarla, si queremos, para dar el salto al nuevo Windows 11, de nuevo, sin tener que pagar por ello.