La nueva versión de Windows 11, la 24H2, ya está aquí. Microsoft ha estado trabajando durante mucho tiempo para incluir todo tipo de cambios, mejoras y novedades en su sistema operativo. Pero, también, ha aprovechado para aumentar los requisitos mínimos necesarios para poder instalar este SO, sobre todo en lo que a CPU se refiere. Esto hace que aún más PCs queden obsoletos y no puedan dar el salto a esta versión. Al menos que recurran a ciertos trucos.
Los estrictos requisitos de Windows 11 son una de las cosas que más han molestado a los usuarios desde su lanzamiento. El aumento de RAM, las restricciones de CPU, y sobre todo la obligación de tener Secure Boot con TPM 2.0 son algunas de las razones por las que millones de usuarios no acaban de dar el salto de Windows 10 a Windows 11, a pesar de que al primero le queden apenas un año de vida.
Y, por si fuera poco, ahora mismo, los requisitos de Windows 11 24H2 son:
- Procesador compatible con las instrucciones SSE4.2 y PopCnt. (nuevo requisito de esta 24H2).
- UEFI y Secure Boot.
- TPM 2.0.
- 4 GB de memoria RAM.
- 64 GB de almacenamiento (recomendado SSD).
- Tarjeta gráfica compatible con DirectX 12.
Puede haber varios motivos por los que por los que no queremos dar el salto a la nueva versión del SO. Pero, si lo que realmente son los requisitos, hay varias formas de saltarlos y poder instalar este sistema en cualquier PC. Vamos a ver los tres más comunes. Eso sí, antes de nada, para los tres métodos, lo primero que vamos a necesitar va a ser descargar la ISO de Windows 11 24H2, la cual podemos bajar gratis desde aquí.
Eso sí, usemos el método que usemos, nuestra CPU debe soportar sí o sí instrucciones PopCnt y SSE4.2. Si no lo hace, será imposible instalar la 24H2, y tendremos que seguir usando la 23H2.
Con PowerShell
El primero de los trucos que vamos a ver requiere de usar un comando de PowerShell. Este comando será el que indique al asistente que queremos realizar la instalación de la nueva versión omitiendo la comprobación de los requisitos.
Para ello, lo primero que haremos será montar la imagen ISO de Windows 11 24H2 en una unidad virtual de nuestro PC haciendo doble clic sobre ella. Y, una vez que la tengamos dentro de Este Equipo, como si hubiéramos introducido un pendrive, entraremos en ella y nos iremos al apartado «Sources».
Dentro de esta carpeta, mantenemos pulsada la tecla»Shift» del teclado, y hacemos clic con el botón derecho en un espacio vacío. Y elegiremos la opción de abrir ventana de PowerShell.
Una vez tenemos dicha ventana abierta, ejecutaremos el comando «cmd», para abrir un símbolo de sistema, y ejecutaremos este comando:
setupprep.exe /product server
Se abrirá un asistente de instalación de Windows 11 24H2 que, aunque aparezca como «Server», nos instalará la versión normal del sistema operativo.
Modificando el registro
Otra forma de instalar esta versión de Windows 11 en el ordenador es realizar un sencillo cambio en el registro de Windows. Para ello, lo que tenemos que hacer es pulsar el atajo de teclado Windows + R, y ejecutar dentro de la ventana el comando «regedit».
Se abrirá una ventana del registro de Windows, y nos tendremos que ir al apartado HKLM > SOFTWARE > Microsoft > Windows NT > CurrentVersion > AppCompatFlags. Aquí dentro creamos un nuevo valor tipo clave, y lo llamamos «HwReqChk».
Una vez dentro de esta nueva clave, hacemos de nuevo clic con el botón derecho y creamos un Nuevo > Valor de cadena múltiple.
Una vez creado, lo editamos con doble clic y añadimos las siguientes 4 líneas:
SQ_SecureBootCapable=TRUE
SQ_SecureBootEnabled=TRUE
SQ_TpmVersion=2
SQ_RamMB=8192
Guardamos los cambios, ignorando cualquier error que nos pueda aparecer, y listo. Ya tenemos nuestro PC listo para poder instalar esta nueva versión de Windows 11, incluso si no se cumplen los requisitos.
Usar Rufus
Los dos métodos anteriores nos sirven para actualizar un Windows que ya tenemos instalado a la 24H2, pero ¿qué pasa si queremos hacer una instalación limpia? En ese caso, vamos a echar mano de un programa llamado «Rufus». Rufus es una herramienta totalmente gratuita pensada para crear memorias USB de arranque para poder instalar diferentes sistemas operativos, incluido Windows 11.
Cuando vayamos a crear el USB de arranque de Windows, Rufus nos mostrará una ventana desde la que podremos personalizar la experiencia. Por ejemplo, podemos eliminar el requisito de usar una Cuenta Microsoft, los requisitos de memoria, Secure Boot y TPM 2.0, y activar otras opciones que mejorarán nuestra experiencia.
Al acabar el proceso, tendremos un pendrive con estos requisitos eliminados. Y podremos usarlo para instalar Windows 11 24H2 en cualquier PC.
Desde la ISO
Si queremos actualizar aprovechando la ISO que hemos bajado, lo tenemos también fácil: basta con montar la ISO en el PC y ejecutar el asistente desde setup.exe. Sin embargo, al hacerlo, veremos que el asistente nos dará error, ya que lo primero que hace es comprobar los requisitos.
De nuevo, con un par de cambios en el registro, podremos hacer que el asistente se salte los pasos de comprobación y proceder con la instalación de la nueva versión del SO. Para ello, simplemente debemos ejecutar los siguientes comandos, uno a uno, en nuestra terminal:
También podemos añadir estas líneas a un archivo de texto, guardarlo con extensión .bat, y ejecutarlo, como administrador, en una ventana de CMD para que se apliquen los cambios solos.
Intentar actualizar el hardware
Dependiendo del problema que tengamos, es posible que podamos solucionarlo con una simple actualización del hardware del PC. Por ejemplo, si el problema que nos impide actualizar el ordenador es de memoria RAM, podemos solucionarlo añadiendo otro módulo de memoria al ordenador, o cambiando la RAM por otra de 4 GB u 8 GB, que ahora mismo es muy barata. Lo mismo se aplica al disco duro, o SSD, si tenemos menos de 64 GB de espacio total.
Si el requisito que no cumplimos es el de TPM 2.0, en AliExpress venden chips que podemos conectar a la placa y que dotan al PC de este requisito sin tener que comprar una placa nueva. Su precio, además, es muy barato, pudiendo encontrarlo por dos o tres euros.
Los problemas reales vienen si, por ejemplo, la CPU no soporta las instrucciones necesarias. Puesto que los zócalos de los procesadores cambian a menudo, no vamos a poder instalar un nuevo procesador y ya, sino que habría que cambiar la placa entera. Al cambiar la placa, habría que cambiar la RAM. Y, ya puestos, compramos un PC nuevo, como nos recomienda Microsoft.
Hay otras alternativas como Linux
También se puede dar la circunstancia de que no queramos correr riesgo alguno a la hora de ejecutar y utilizar en el día a día, Windows 11 en un equipo que no cumple con los requisitos exigidos por Microsoft. Además si no estamos en predisposición de comprar un ordenador nuevo que ya traiga la nueva versión del sistema operativo preinstalada, siempre podemos echar mano de otras alternativas.
Una de las soluciones más efectivas en estos casos es descargar e instalar alguna distribución Linux en nuestro equipo. Esto nos acarrea algunas importantes ventajas como por ejemplo el hecho de no tener que pagar un solo euro. Además encontramos algunas de estas distribuciones con un funcionamiento e interfaz de usuario muy similares a las que nos ofrece el propio Windows. También merece la pena saber que los requerimientos hardware exigidos por Linux normalmente son bastante inferiores a los del sistema operativo de Microsoft. De ahí que esta sea una solución cada vez más interesante para muchos usuarios.
Comprar un PC nuevo
Aunque lógico, esta es la recomendación que hace Microsoft. Todo lo que sea modificar, o desactivar, las medidas de seguridad de Windows pone a los usuarios en peligro. Por ello, el gigante de Redmond recomienda a los usuarios que tengan problemas con los requisitos del PC que, si quieren usar Windows, compren un ordenador nuevo. Y tiene lógica.
Aunque nos quejamos del aumento de los requisitos, en verdad no son nada del otro mundo. Cualquier PC de menos de 10 años debería venir ya con TPM 2.0. Incluso hay módulos en AliExpress para añadirlos a los sistemas que no lo tienen. Y ya mejor no hablamos de los 4 GB de memoria RAM, que desde Windows XP los PCs ya contaban con esta cantidad.