Desde la llegada de Windows 8, Microsoft nos empezó a pedir iniciar sesión en el sistema operativo para poder usar todas las funciones y características del mismo. Con Windows 10, la crear una Cuenta Microsoft ha ganado un mayor protagonismo, ya que no solo nos permite tener la sesión iniciada en todos los programas de Microsoft, sino también sincronizar datos y guardar información importante sobre nuestro sistema. Sin embargo, hay usuarios que, excusados en la privacidad, quieren eliminar esta cuenta de Windows. Y, si lo hacemos, podemos tener problemas.
Es verdad que Windows 10 va a funcionar sin problemas tanto con una cuenta como sin una cuenta. Aunque Microsoft pone las cosas difíciles para instalar el SO sin una cuenta, desconectándonos de Internet es posible hacerlo, evitando tener que pasar por el aro. Incluso si hemos iniciado sesión, es posible cerrarla y pasar a usar una cuenta local de Windows, quedando fuera del control de la compañía.
Pero, ¿qué puede pasar si cerramos sesión? O peor aún, ¿si decidimos dar de baja y borrar nuestra Cuenta Microsoft por completo?
Podemos perder la clave de Windows
Windows es un sistema operativo de pago. Para poder usarlo es necesario pasar por caja y comprar una licencia. Si hemos comprado un PC nuevo, la licencia seguramente esté guardada en la UEFI del PC, por lo que no tenemos que preocuparnos de nada. Sin embargo, si hemos comprado nosotros la licencia, seguramente la tengamos vinculada a la Cuenta Microsoft.
En un principio, podremos cerrar sesión sin problemas, y nuestro Windows seguirá activado. Pero si borramos la cuenta, y formateamos el PC, a no ser que aún guardemos la clave de activación, nuestro Windows quedará sin activar, y entonces tendremos que comprar una clave nueva.
Perdemos las compras de la Microsoft Store
La tienda de Windows es una plataforma donde podemos encontrar y bajar todo tipo de aplicaciones y juegos. Algunos son gratuitos, y otros de pago. Si hemos comprado algún juego, o alguna app para nuestro PC, esta queda ligada a nuestra Cuenta Microsoft. Si cerramos sesión en Windows, directamente no solo no podremos entrar a la tienda, sino que tampoco podremos usar las apps que hemos comprado y que, a causa del DRM, necesitan validación para poder abrirse.
Sin embargo, si damos de baja nuestra cuenta, perderemos el acceso a todas las compras que hayamos hecho dentro de esta tienda. El dinero que hayamos gastado en las apps o los juegos desaparecerá, y si queremos volver a bajar este contenido tendremos que volver a pagarlo.
Adiós a las ventajas de Microsoft Office 365
Aunque hay muchos detractores de los servicios por suscripción, Office 365 es un gran servicio. Este no solo nos permite hacer uso de la última versión de Office en PC y móvil, sino que nos ofrece 1 TB de almacenamiento en OneDrive y 60 minutos de llamadas de Skype al mes. Además, la suscripción familiar nos permite compartir Microsoft 365 con otros 5 miembros, por lo que, si dividimos el pago, el coste es muy reducido para todo lo que ofrece.
El único requisito para poder usar Microsoft Office 365, o que nos inviten a un plan familiar, es tener una Cuenta Microsoft y haber iniciado sesión con ella en Windows 10. Si no la tenemos, entonces no vamos a poder hacer uso de estas ventajas.
Los servicios de Microsoft no funcionan
Hay muchas otras funciones de Windows que están ligadas a esta cuenta. Por ejemplo, para poder usar Skype o Microsoft Teams será necesario tener una cuenta de correo de Outlook. Lo mismo para poder usar el correo de Microsoft, o si queremos usar Edge y que nuestros datos se sincronicen con la nube.
Incluso hay otras muchas funciones del sistema operativo que no estarán disponibles a no ser que usemos una Cuenta Microsoft en lugar de una cuenta local. Todo lo relacionado con la sincronización, o las actualizaciones automáticas de programas, no funcionará. Y la seguridad de nuestros datos puede ser inferior al no estar vinculada la sesión con la cuenta.