Windows es la mejor plataforma para jugar en PC que podemos encontrar. Microsoft, además, juega con ventaja al contar también con todo su ecosistema Xbox. Aunque siempre se ha jugado en este sistema, desde el lanzamiento de Windows 10, la compañía ha querido dar un empujón a los jugadores con funciones y herramientas que les permitieran disfrutar más de los juegos e integrar todo el ecosistema Xbox con Windows. Además, con la llegada de Windows 11, Microsoft va a llevar funciones exclusivas de Xbox a PC, como el uso de Direct Storage o Auto HDR. Sin embargo, paradójicamente, hay cosas que nunca cambian.
Teniendo todo el ecosistema de Xbox en su poder, lo lógico es que Windows fuera capaz de reconocer y usar a la perfección los periféricos de esta consola. Entre ellos, los mandos de Xbox One y Xbox Series. Mientras que los primeros funcionan sin problemas, los segundos llevan dando problemas en Windows 10 desde su lanzamiento. Y, aunque esperábamos que con Windows 11 estos problemas hubieran desaparecido, por desgracia, no ha sido así.
Windows 11 sigue sin leer la batería del mando de Xbox Series
Jugar sin cables tiene sus ventajas y sus inconvenientes, como todo. La ventaja principal es la movilidad que nos ofrece este mando al no tener que estar atados. Y el principal problema es que dependemos de una fuente de energía (ya sean pilas o baterías) y, si se agota, quedaremos tirados.
Como ocurre en otros sistemas operativos, y con otros periféricos, Windows es capaz de leer los niveles de batería cuando se conecta un dispositivo a través de Bluetooth o mediante una conexión propia de 2.4 GHz. De esta manera podremos saber cuánta autonomía nos queda en el dispositivo y recibir avisos cuando esté a punto de agotarse para tener previsión y evitar quedarnos tirados.
Por desgracia, si conectamos el mando de Xbox Series por Bluetooth a Windows, ya podemos olvidarnos de esta función. No se sabe por qué, pero en lugar de leer el valor de batería correcto, el mando siempre estará para Windows en «estado crítico». Da igual que usemos pilas normales nuevas, recargables o una batería. No habrá manera de saber cuánta batería nos queda desde la Barra de Juego.
Y tampoco podremos usar otros programas para tener controlada la batería del mando, ya que los valores de lectura serán los mismos. Ya podemos usar el Steam Big Picture, que algún programa como xBattery, que los valores de batería serán falsos.
La única forma de consultar la batería del mando es hacerlo desde el apartado de dispositivos Bluetooth, donde, igual que si se tratara de unos auriculares, podremos ver cuánta nos queda. No es la mejor solución, pero es la única.
Microsoft siempre da una de cal y una de arena
Llegadas a estas alturas de la vida ya nada nos sorprende. Sabemos perfectamente cómo trabaja Microsoft y cómo hace las cosas, y siempre prima antes corregir errores totalmente desconocidos que no han afectado a nadie pero que ha detectado un ingeniero antes que solucionar problemas básicos, de andar por casa, que afectan a todos los usuarios con un mando de sus consolas.
Esperamos que, al final, Microsoft termine por corregir estos problemas, ya sea mediante una actualización de firmware para el mando de Xbox, como mediante una actualización de la Game Bar. De lo contrario, por mucho Direct Storage o Auto HDR que nos traiga Microsoft, lo más básico a la hora de jugar, que es saber la batería que tiene el mando, seguirá sin funcionar.