Así puedes dar a Windows 10 y 11 un aspecto más retro y hacer que se parezca a Windows XP

Son varias las versiones de Windows que a lo largo de las últimas décadas nos han acompañado formando parte de nuestros ordenadores. Pero a pesar de las más recientes, no cabe duda de que la popular XP es una de las más queridas y añoradas por muchos.
De hecho, hasta hace poco tiempo todavía había una buena cantidad de usuarios con alguna versión de Windows XP instalada en sus equipos. Todo ello a pesar de que Microsoft ya no ofrece soporte para este sistema operativo desde hace mucho tiempo. Es más, seguir trabajando con esta versión es bastante peligroso a la vez que poco funcional.
Sin embargo, cabe mencionar que tenemos la posibilidad de devolver algunos apartados de su aspecto de la interfaz a las versiones actuales del sistema operativo. Esto es precisamente en lo que nos vamos a centrar en estas mismas líneas. En concreto vamos a echar mano de alguna solución software de terceros para poder devolver el aspecto del antiguo XP a algunos apartados fundamentales de Windows 10 u 11.
Precisamente por todo ello a continuación os vamos a mostrar ciertos cambios que podéis llevar a cabo para así devolver a las versiones actuales de Windows, un aspecto más retro y parecido a XP.
Cambios para que Windows 10 y 11 parezcan XP
Como os podéis imaginar no podremos implementar toda la interfaz del antiguo sistema operativo en las versiones más actuales. Pero sí que tenemos la oportunidad de realizar algunos sencillos cambios para volver al pasado en algunos de sus apartados visuales más importantes, tal y como os mostraremos a continuación.
Cambiar el fondo de pantalla en el escritorio. Uno de los elementos más característicos de esta versión tan añorada del sistema de Microsoft es su fondo de pantalla también conocido como Bliss. Por tanto, en primer lugar, lo que vamos a hacer es descargar esta icónica imagen y establecerla como fondo de escritorio en la versión actual y moderna de Windows. Esto es algo que por ejemplo podemos hacer desde este enlace.
Modificar los colores por defecto de Windows. Seguro que ya sabéis que las versiones más actuales del sistema operativo nos permiten cambiar las tonalidades de color por defecto. En este caso lo podemos hacer a través de la aplicación de Configuración y situarnos en el apartado Personalización / Colores. Para acercar el aspecto de Windows XP, seleccionamos la muestra en color azul que se encuentra en la primera columna de la tercera fila.
Otro diseño para el menú Inicio. Para cambiar el aspecto del menú Inicio en las versiones más actuales del sistema de Microsoft y devolverle a XP, haremos uso de esta aplicación. En concreto se trata de un proyecto de código abierto al que accedéis desde este enlace. Aquí activamos la opción de mostrar todos los ajustes y en la pestaña Start Menu Style seleccionamos la opción Classic with two columns. En la misma pestaña marca la opción Replace Start Buttom.
Cambiar la barra de tareas. Usando el mismo programa de código abierto mencionado, también podemos cambiar el aspecto de la barra de tareas. En la interfaz del programa seleccionamos la pestaña llamada Taskbar donde en este caso nos decantamos por la opción Taskbar texture, donde marcamos Tile. Podemos bajar esta textura de Windows XP desde este enlace. También tendremos que ocultar el botón de Cortana si lo tenemos a la vista.
Con estos cambios logramos, en cierto modo, darle un aspecto más retro y parecido a Windows XP a las últimas versiones del sistema operativo, al menos en lo que a su interfaz principal se refiere.
Cuidado con modificar Windows
Aunque los programas que os hemos recomendado son seguros, debemos tener en cuenta que siempre que modificamos algo de Windows usando software de terceros tenemos una alta probabilidad de que algo salga mal y no funcione como debería. Además, es posible que, de repente, Microsoft lance alguna actualización y estos programas dejen de funcionar.
Por tanto, os recomendamos tener siempre cuidado, y crear un punto de restauración antes de aplicar ningún cambio para que, si algo sale mal, podemos deshacer los cambios.