Estos son los 5 cambios que debes hacer en Windows para que funcione más rápido
Todos los sistemas operativos, conforme van pasando el tiempo, bajan su rendimiento. Esto no se debe a la obsolescencia programada con la que muchos usuarios afirman ante cualquier problema relacionado con un dispositivo electrónico, ya que muchos son los factores que le afectan y son de lo más variado.
Da igual que si se trata de Windows, macOS, Linux, iOS o Android, cualquier sistema operativo, con el tiempo, deja de funcionar como el primer día cuando lo estrenamos o formateamos para hacer una instalación limpia del sistema operativo. Al realizar este proceso, eliminados todos los problemas de rendimiento que esté arrastrando el equipo al igual que toda la basura que se ha acumulado en el sistema y en el registro, una de las partes más importantes de cualquier sistema operativo ya que es el encargado de hacer funcionar el equipo.
En Internet podemos encontrar un gran número de aplicaciones que nos ayudan a optimizar el funcionamiento de Windows aplicaciones, sin embargo, la mayoría de estas, incluyen software adicional no deseado que se cuela en nuestro equipo, por lo que siempre que sea posible, es recomendable evitarlos, ya que podemos realizar las mismas acciones que estas aplicaciones de forma manual y obtener exactamente el mismo resultado.
Con esto lo que queremos decir realmente es que pues vamos a mostrar una serie de funciones y características integradas en el propio sistema operativo para optimizarlo sin necesidad de echar mano de software de terceros. Además todas estas funcionalidades que os vamos a mostrar las podréis ejecutar de manera rápida y sencilla sin tener conocimientos avanzados de Windows.
Si quieres optimizar el rendimiento de tu equipo, dentro de sus posibilidades y obtener prácticamente el mismo resultado que si reinstaláramos Windows sin hacerlo, tan solo debemos realizar los ajustes que os mostramos a continuación.
Es más, de manera adicional a la optimización del sistema operativo de Microsoft y lograr que funcione con mayor fluidez, en la mayoría de los casos también vamos a ahorrar una buena cantidad de gigas de espacio en nuestras unidades de disco.
- Elimina la basura. No hace falta instalar ninguna aplicación para que Windows acumule grandes cantidades de basura en forma de archivos que no hacen falta para su funcionamiento. Los archivos temporales de internet y las actualizaciones ya instaladas son un claro ejemplo de archivos que pueden ocupar una gran cantidad de espacio en el disco y que no sirven absolutamente. Para eliminarlos rápida y fácilmente, podemos hacer uso de la aplicación nativa Liberador de espacio en disco y de la función Sensor de almacenamiento.
- Borrar los archivos grandes que no utilizamos. Windows necesita un espacio mínimo libre para funcionar correctamente, un espacio que puede variar entre 10 y 20 GB, por lo que es recomendable borrar todos los archivos que ocupan mucho espacio en disco y que no tienen ninguna utilidad para nosotros. Para encontrar los archivos que más espacio ocupan, podemos utilizar el Explorador de archivos y pegarle un vistazo a la carpeta Descargas, la ubicación donde, por defecto, se almacenan todos los archivos que descargamos de Internet. También debemos contemplar la posibilidad de eliminar las aplicaciones que ya nos utilizamos y que ocupan mucho espacio.
- Ordena el escritorio. La función del escritorio en tener siempre a mano los archivos o accesos directos de las aplicaciones o documentos que necesitamos. Su función no es la de almacenar archivos como si de un directorio se tratara, ya que cada vez que Windows se inicia, tiene que cargar el escritorio para mostrar todos y cada uno de los archivos que se incluyen.
- Actualiza Windows a la última versión. Aunque no debería ser necesario mencionarlo, desde SoftZone siempre recomendamos instalar todas y cada una de las actualizaciones que Microsoft lanza de Windows, ya que estas no solo incluyen parches de seguridad, también incluyen mejoras de rendimiento y optimización del sistema.
- Elimina el bloatware. A no ser que hayamos realizado una instalación limpia de Windows, si se trata de un portátil, debemos eliminar todas y cada una de las aplicaciones que incluyen los fabricantes y que no sirven para nada (bloatware). Windows incluye todas las aplicaciones y funciones necesarias para funcionar sin necesidad de instalar aplicaciones de terceros.