Con el lanzamiento de Windows 8, Microsoft quiso imitar a Apple y ofrecer a los usuarios una tienda de aplicaciones desde la que buscar y bajar todo tipo de programas: la Microsoft Store. Y, como era de esperar, fue un fracaso total. En poco tiempo la tienda se llenó de estafas, malware y aplicaciones falsas que solo perjudicaban tanto a los desarrolladores que decidían publicar sus apps en la tienda como a los usuarios que buscan un sitio, relativamente cómodo y seguro, para bajarlas. Ahora, 10 años más tarde, finalmente Microsoft va a poner punto y final a estos problemas.
Seguro que alguna vez hemos entrado en la tienda para cotillear qué aplicaciones hay publicadas, o buscar alguna en concreto, y en seguida nos han asaltado todo tipo de programas y aplicaciones falsas. Estas aplicaciones buscan robar datos de los usuarios (como un malware), hacerle pagar para que, una vez bajada, no haga nada, o engañar con el nombre, y el icono, y en realidad estar bajando una aplicación totalmente diferente.
Además, en los últimos meses se ha llevado a cabo una práctica vergonzosa mediante la cual, terceros desarrolladores (mejor dicho, ladrones) han subido a la tienda aplicaciones de código abierto (como LibreOffice) de pago. Se trata del programa original, ya que han bajado el código y lo han compilado ellos mismos, pero no es una versión ni subida ni mantenida por The Document Foundation. Y, por supuesto, la compañía no se lleva el dinero.
Para acabar con estos problemas, Microsoft ha actualizado este mismo fin de semana las políticas de su tienda. Y la limpieza que vienen va a ser histórica.
Nuevas políticas para la Microsoft Store
Aunque esta versión 10.8.7 de las políticas es muy amplia, un resumen rápido podría ser perfectamente acabar con todos los problemas que acabamos de indicar. Lo primero que busca es acabar con las irregularidades en los precios de los programas. Y, para ello, va a obligar a los desarrolladores a cumplir todas las leyes, todos los reglamentos y las pautas reglamentarias publicadas en las guías contra precios engañosos de la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos.
Por otro lado, prohíbe que ningún desarrollador se aproveche de los programas de código abierto o de cualquier otro programa que esté disponible de forma gratuita. Recordamos que ahora las apps de la Store pueden ser aplicaciones Win32 empaquetadas, y este es un proceso que cualquiera puede hacer. Por tanto, solo va a permitir precios razonables a los desarrolladores originales de los programas, como ocurre con la app de Paint.net. Así, los desarrolladores pueden usar la tienda como fuente de donaciones, siempre y cuando sean los desarrolladores legítimos del software.
Por supuesto, se acabará con todo tipo de aplicaciones falsas y de todas aquellas que recopilen datos personales o bancarios de los usuarios sin permiso.
Si se analizan todas las aplicaciones, y se fuerza a cumplir todas estas reglas, finalmente desaparecerán numerosas apps de esta tienda. Eso sí, será por una buena razón, y es que, finalmente, la tienda de aplicaciones se convertirá en un lugar fiable donde buscar y bajar todo tipo de programas.