La piratería de todo tipo de programas es algo que ha acompañado a la industria del software prácticamente desde sus inicios. De un modo u otro esto es algo que nos ha acompañado desde hace muchos años y de lo que se han beneficiado millones de usuarios.
Como no podía ser de otro modo, de manera paralela este tipo de acciones igualmente han perjudicado en gran medida a una buena cantidad de empresas y desarrolladores. Y es que con todo ello hablamos de un uso ilícito de un programa de pago sin desembolsar un solo euro, lo que por supuesto no beneficia a sus creadores. Al menos en la mayoría de los casos, porque tal y como se viene hablando desde hace mucho, esto no siempre es así.
Os contamos esto porque en muchas ocasiones a lo largo de los años de la historia del software, se ha comentado que algunos creadores se benefician de todo esto. Y es que es una manera como otra cualquiera de promocionar sus productos para así intentar fidelizar futuros clientes de versiones posteriores de ese mismo programa, pero ya más protegido. Es decir, es una manera de dar a probar la aplicación para que aquellos a los que les guste, la compren de manera legal en el futuro. Y lo cierto es que es algo que a algunos no les ha ido mal del todo.
Pero en estas líneas nos queremos centrar en el uso de dos gigantes como el sistema operativo Windows, y la suite de seguridad Office. Ambas son dos soluciones software de Microsoft que no necesitan presentación para la mayoría de usuarios de todo el mundo.
En cualquier momento pueden dejar de funcionar
De hecho son de los programas más usados en todo el globo, aunque igualmente muchos se decantan por utilizar versiones pirata de ambos. Tanto Windows como la suite Office han venido sufriendo la piratería desde hace muchos años, con los riesgos que esto podría conllevar.
Si disponemos de números de serie genéricos de los que circulan por Internet para activar tanto Office como Windows, estos los usan multitud de usuarios. Es por ello que en cualquier momento nuestra copia del software puede dejar de funcionar como es debido por multitud de razones. Esto puede ser un grave problema en un momento determinado, ya que puede que necesitemos de ese software de manera urgente.
Expuestos a vulnerabilidades de seguridad
Además, si usamos programas de Office que no están debidamente registrados, se puede dar el caso de que no recibamos las últimas actualizaciones de seguridad. Esto podría dejar expuesto el equipo como tal y las más recientes vulnerabilidades descubiertas, lo que supone un serio riesgo para nuestros datos en el futuro.
Limitación de funciones en Windows 10
El más reciente sistema operativo de los de Redmond cuenta con muchas características propias tanto funcionales como de seguridad y aspecto. Pues bien, hay que saber que algunas de estas, por ejemplo las relacionadas con la personalización de Windows, no están disponibles si no tenemos debidamente registrado el producto. Esto es algo que se puede traducir en una experiencia de usuario mucho menor a lo que Microsoft espera que experimentemos al trabajar con Windows 10 en el día a día.
Versiones dañinas o peligrosas
En ocasiones nos encontramos en Internet determinadas webs que ofrecen versiones de Windows u Office gratuitas, y por supuesto ilícitas. Estas en ocasiones incluso incluyen trazas de malware o software espía, entre otros tipos, que pueden dañar los datos del equipo o sencillamente espiar aquello que llevamos a cabo en el PC.
Problemas legales
Y para terminar os diremos que usando este tipo de versiones pirata de Office o Windows, nos podemos encontrar con problemas legales de la más diversa índole. Esto además es algo que se hace especialmente peligroso si estas acciones las llevan a cabo empresas que trabajan con múltiples equipos.