Las Inteligencias Artificiales han llegado para quedarse. Esta nueva tecnología está cada vez más presente entre nosotros, ya sea dentro de la industria como en nuestro día a día, por ejemplo, con la llegada de los chatbots. Sin embargo, y como era de esperar, estas IAs también han planteado nuevos retos para la seguridad de los usuarios. Especialmente si hablamos, por ejemplo, de la seguridad de las contraseñas.
Siempre insistimos en la importancia de usar contraseñas seguras. Los piratas informáticos cada vez utilizan técnicas más agresivas para romper la seguridad de las contraseñas de los usuarios (ya sea hackeando un hash, o adivinándola por fuerza bruta), y, con ello, poner en jaque toda la seguridad de los usuarios. El proceso no es sencillo, y tampoco rápido ni eficiente. Sin embargo, con la llegada de las IAs, esto ha cambiado.
PassGAN puede romper tus contraseñas
PassGAN es una nueva IA que ha puesto en evidencia la seguridad de nuestras contraseñas. Aunque es cierto que existen herramientas capaces de romper la seguridad de estas claves, no ha sido hasta la llegada de la IA cuando, finalmente, ha ganado la potencia suficiente como para ser capaz de romper contraseñas complejas en segundos.
Según las pruebas que se han realizado a esta IA, las claves de 4, 5 y hasta 6 caracteres pueden romperse al instante. Una contraseña de 7 caracteres, sin símbolos, se puede hackear en menos de un minuto. Y, si la hacemos más compleja con símbolos, en menos de 5 minutos la tendríamos rota.
Una contraseña ya más segura, de entre 8 y 9 caracteres, se puede hackear en unas horas, o un par de semanas, dependiendo de si incluimos símbolos en ella o no. Por ello, consideramos una contraseña segura a partir de los 10 caracteres, siempre que use caracteres, ya que es cuando empezamos a hablar de meses, o años, para hackearla.
Si quieres comprobar la seguridad de tu contraseña, acorde a los datos de esta IA, puedes hacerlo en este enlace. Además, podemos encontrar datos curiosos, como que el 51% de las contraseñas que usamos se pueden hackear en menos de un minuto, el 65% en menos de una hora, el 71% en menos de un día, y el 81% de ellas en menos de un mes. Datos preocupantes que deberían hacernos replantear qué estamos haciendo con nuestra seguridad.
Cómo elegir una contraseña segura
Las prácticas para usar una contraseña segura son las mismas que siempre. Es decir, debemos elegir una contraseña larga, aleatoria, y que use letras, números y símbolos. Según esta tabla, una contraseña de 11 caracteres, que solo use letras mayúsculas y minúsculas, llevaría más de 4 años hackearla. Y, si la metemos un número en medio, 38 años.
Con solo un caracter más (12), hablaríamos de 289 años usando solo letras mayúsculas y minúsculas, y 2000 años si le metemos ya un número. Por no hablar de los tiempos astronómicos que obtenemos si empezamos a usar símbolos.
Por ello, es muy importante apostar por los gestores de contraseñas, esos programas que nos ayudan a guardar las claves de los sitios web donde nos registramos, y usarlos también para generar claves seguras.