Trabajar con archivos comprimidos tiene muchas ventajas. Por ejemplo, gracias a estos paquetes vamos a poder enviar a través de Internet varios archivos (decenas, o cientos de ellos) dentro de un único paquete, como si se tratase de un único archivo. Estos, además, ocuparán menos de lo que ocuparían si se enviasen individualmente (lo que agiliza la transferencia y nos permite ahorrar espacio en el disco) y, además, nos permite hacer uso de otras funciones, como, por ejemplo, proteger todos los archivos que hay dentro del ZIP o RAR con una contraseña. Y, en este ámbito, uno de los más conocidos es WinRAR.
WinRAR es uno de los compresores-descompresores de archivos más conocidos que podemos encontrar en la red. Este programa lleva con nosotros desde 1993, y ha formado parte siempre de los ordenadores de los usuarios debido, entre otras cosas, a la poca variedad de compresores de archivos alternativos que había entonces. Este software, conocido por su periodo de prueba eterno de 40 días, nos permite tanto comprimir archivos en RAR y ZIP como abrir archivos comprimidos en otros formatos. Pero, aunque sea un buen programa (que no lo negamos), hay varias razones por las que deberíamos plantearnos cambiar de programa. Y, a continuación, vamos a ver algunas de estas razones.
Un programa comercial y de pago
Lo primero, aunque obvio, es que se trata de un programa comercial. Siempre lo ha sido, y siempre lo será. WinRAR es un programa de código cerrado, por el cual tendremos que pagar una licencia, de unos 36 euros, por poder usarlo. Sus desarrolladores nos ofrecen una versión de prueba de 40 días, durante los cuales podemos hacer uso ilimitado de todas las funciones del compresor. Pero, una vez pasan esos días de gracia, tenemos que comprar una licencia para el programa.
El diseño de WinRAR es anticuado
Aunque sus desarrolladores han ido actualizando el programa, lanzando nuevas versiones del mismo, e incluso un nuevo algoritmo de compresión, RAR5, hay algo que apenas han actualizado desde su lanzamiento: la interfaz. Aunque funciona, no podemos negarlo, es una interfaz clásica de los programas de los años 90 o los años 2000. Y, aunque los usuarios están acostumbrados a ella, no podemos negar que se ve obsoleta respecto a los sistemas operativos modernos, especialmente en Windows 11.
Al tratarse de un programa de pago, sus desarrolladores deberían prestar más atención a estos detalles y ofrecer un programa con una interfaz mucho más moderna.
Por suerte, no es el que peor interfaz tiene, y es que, si la comparamos con 7Zip, la de WinRAR es una maravilla. Pero eso no quita que siga siendo una interfaz vieja y obsoleta.
Solo disponible para Windows
Otro motivo por el que debemos pensar en usar otras alternativas es porque, si usamos otros sistemas operativos (como macOS, o Linux), no vamos a poder usar este compresor en ellos. Sus desarrolladores solo ofrecen una versión del programa para Windows, dejando tirados a los usuarios de otros sistemas operativos. Al menos, en teoría.
Además de WinRAR, los desarrolladores de este programa cuentan con otro programa llamado «RAR«. Este es el precursor de este compresor, diseñado para funcionar en MS-DOS y, esta vez sí, disponible tanto para macOS como para Linux. Eso sí, esta herramienta solo funciona en terminal, mediante comandos, por lo que sigue sin ser una solución práctica para aquellos que quieran usar este compresor fuera de Windows.