En la era de Windows XP, Microsoft contaba con uno de los programas más útiles y sencillos que ha creado jamás la compañía: Windows Movie Maker. Este programa permitía a todos los usuarios, tanto expertos como profesionales, crear y editar todo tipo de vídeos con un acabado profesional. Sin embargo, en 2017, Microsoft decidió acabar con este programa, retirar todas las descargas oficiales, y olvidarse de él como si nunca hubiera existido. Con la llegada de Windows 11, Microsoft volvía a apostar por la edición de vídeo con un nuevo programa: Clipchamp. Aunque está siendo un fracaso total.
Microsoft compró Clipchamp a finales de 2020 con una clara intención de volver a ofrecer a los usuarios un editor de vídeo por defecto en Windows. Este programa se basa en la nube, y permite editar vídeo en una línea de tiempo, grabar e importar vídeo directamente en el programa, leer texto, usar plantillas y mucho más. Es un todo en uno para cualquiera que, sin necesitar una calidad profesional, necesite montar o editar cualquier vídeo.
El problema de este programa es su modelo de negocio. Microsoft nos permite usarlo de forma gratuita con una gran cantidad de limitaciones. Por ejemplo, la más seria de todas es que solo nos permite exportar vídeos a 480p si no pagamos. Luego, tenemos 3 modalidades de pago donde elegir, la básica de 6 euros al mes para exportar vídeos a 720p, la Business de 13 dólares al mes con posibilidad de exportar a 1080p y con características para profesionales, y la completa, de 27 euros al mes, con soporte para 1080p y todo tipo de recursos de stock.
En pocas palabras, este editor de vídeo quería ser el nuevo Movie Maker, pero se ha quedado en un fracaso.
Nuevos precios para resucitar Clipchamp
Es cierto que el precio no es el único hándicap que tiene este programa, pero sí es uno de los más serios. Por ello, Microsoft ha decidido cambiar los planes de precios de este programa con el fin de hacerlo más sencillo y atractivo para los usuarios.
Lo primero que nos encontramos es que ahora solo hay dos planes: el Free, gratuito, y el Essentials, de pago. El plan gratuito ha sido mejorado, y ahora permite exportar vídeos a 1080p y permite acceder a recursos, vídeos y efectos de una biblioteca gratuita. El único requisito para usar este plan es vincularlo a una Cuenta Microsoft. Por otro lado, el plan Essentials tiene un coste de 12 euros al mes (120 al año) y ofrece acceso a recursos premium, un kit de marca y la posibilidad de hacer copias de seguridad de los proyectos.
Cabe destacar que, en la modalidad gratuita, si usamos recursos en los vídeos que no estén incluidos dentro de nuestra modalidad, Microsoft nos va a dejar hacerlo, pero al exportar el vídeo tendremos una marca de agua que no podremos eliminar a no ser que paguemos. Esto es interesante ya que nos va a permitir montar un vídeo, con todas las funciones de la versión de pago, para ver si el resultado final se adapta a lo que buscamos sin necesidad de pagar previamente la suscripción.
Recordamos que este programa viene instalado por defecto en Windows 11, y que además podemos bajarlo, si no lo tenemos, desde la propia Microsoft Store.