Gracias a las extensiones de los navegadores, podemos añadir funciones extra que nos permitirán navegar de una forma mucho más cómoda y rápida. Sin embargo, no es recomendable abusar de ellas ya que, con el tiempo, el rendimiento de nuestro equipo y, por ende, de nuestro navegador, se puede ser perjudicado por lo que hay que procurar utilizarlas con moderación y en su número justo. Además, debemos procurar, en la medida de lo posible, utilizar extensiones que se actualizan regularmente si no queremos que estas se conviertan en un problema más que en una solución.
Si nuestro navegador comienza a ir más lento de lo normal, una vez hemos descartado que no se trate de un problema de Windows, tenemos varios métodos para encontrar cual es el culpable, un culpable que en el 99% de las ocasiones siempre es una extensión. Una solución pasa por ir activando y desactivando las extensiones, un proceso que puede eternizarse si el número de este tipo de complementos que tenemos instalados es muy elevado. Afortunadamente, tenemos otro método mucho más sencillo y que no es otro que acceder al administrador de tareas donde se muestre el consumo de recursos tanto de las pestañas como de las extensiones.
Administrador de tareas de Chrome
Google Chrome, con una cuota de mercado del 70% a finales de 2022, es el navegador más utilizado y que mejor está optimizado para trabajar con Gmail, Google Drive y demás, pero no se lleva muy bien ni con Windows ni con macOS, ya que no está integrado en el sistema. Además, si utilizamos muchas extensiones, el número de recursos que habitualmente consume Chrome se disparará. Si queremos identificar cuál es la extensión que está generando ese consumo, debemos acceder al administrador de tareas a través del atajo Mayús + Esc. En la parte inferior de esa ventana, se muestran las extensiones junto con el consumo de procesador y memoria lo que nos permitirá identificar rápidamente cuál es la causante de que Chrome vaya lento.
Acceder al administrador de tareas de Edge
Edge es, en la actualidad, el mejor navegador disponible para Windows por varios motivos. El primero es que se encuentra integrado en Windows, por lo que el número de recursos que consume es muy reducido en comparación con cualquier otro. Y, el segundo lo encontramos en que es compatible con todas y cada una de las extensiones de Google Chrome. Al estar basado en Chromium, el método para acceder al administrador de tareas es el mismo que en Chrome (Mayús + Esc). El administrador de tareas de Edge, muestra, en primer lugar, todas las extensiones que tenemos abiertas en Edge junto con el consumo de CPU. Si una extensión tiene un consumo elevado de recursos, esa es la que está causando el poblema.
Firefox y el administrador de tareas
Firefox, el adalid de la privacidad, también es compatible con extensiones, sin embargo, no con las mismas de Chrome, ya que, a diferencia de Edge, no está basado en Chromium. Al no estar basado en Chromium, el método para acceder al administrador de tareas para poder identificar que extensión está consumiendo un elevado número de recursos es diferente. Si queremos identificar el causante en Firefox, debemos escribir about:performance en el cuadro de búsqueda.