El Raspberry Pi se ha convertido en el micro-ordenador más popular que podemos encontrar. Su precio, y la potencia que nos ofrece, hacen que muchos lo vean como un gadget que no puede faltar en casa, o en muchas empresas y entornos profesionales. Este micro-ordenador está fabricando usando hardware OpenSource, y para hacerlo funcionar es necesario instalar (en su micro-sd) un sistema operativo. Y aunque el más conocido es Raspberry Pi OS, Raspbian, existen una gran cantidad de sistemas operativos adicionales, mucho más específicos, para poder dar al Raspberry el uso que queramos.
Raspberry Pi OS cuenta con una serie de ventajas e inconvenientes. Entre sus ventajas podemos destacar que estamos ante un sistema operativo oficial, muy completo y repleto de funciones y características. Sin embargo, tener una distro tan grande y completa implica una pérdida de recursos y de rendimiento que, en un dispositivo de potencia limitada, se puede notar bastante.
Por suerte, además de este sistema, existen otros muchos que nos permiten aprovechar al máximo su potencial. Vamos a ver algunos de los más interesantes.
DietPi, un Debian de 400 megas para el Raspberry Pi
El primero de los sistemas alternativos del que vamos a hablar es DietPi. Este sistema se caracteriza por estar basado en Debian, igual que Raspberry Pi OS, pero con la diferencia de que ocupa 3 veces menos de espacio que Raspberry Pi OS Lite, quedando este en tan solo 400 MB. Una distro de lo más optimizada ideal para sacarle todo el provecho tanto a la RAM como a la CPU.
Su apariencia puede no ser la más bonita, pero estamos ante una de las distros más ligeras del mercado, que nos ofrecerá el máximo rendimiento al hardware del micro-ordenador. Además, al estar basada en Debian, podemos instalar cualquier paquete o programa que necesitemos.
Podemos descargar la distro desde este enlace.
Lakka, el todo en uno para juegos retro
El Raspberry Pi no es solo para montar un servidor profesional. Sus posibilidades van mucho más allá. Y una de las más interesantes que nos encontramos es la posibilidad de funcionar como centro de juegos retro. Podemos instalar sobre Raspberry Pi OS cualquier kit de emuladores para esta función, pero si queremos dedicarla al 100% a esta labor mejor podemos optar por usar una distro dedicada como es el caso de Lakka.
Esta distro nos ofrece una interfaz similar a la de la PlayStation 3 desde la que vamos a tener acceso a todos nuestros juegos y todas las roms. Una de las mejores distros para retrogaming que podemos encontrar que no depende de ningún otro frontend como ocurre con RetroPie.
Podemos descargar la última versión de Lakka desde aquí.
OpenMediaVault, tu propio NAS casero
¿Necesitas un servidor NAS, pero no quieres gastar mucho dinero? OpenMediaVault es un sistema operativo para el Raspberry Pi que nos va a permitir convertir el micro-ordenador en un servidor NAS. Esta distro nos va a permitir habilitar o deshabilitar los servicios que queramos tener disponibles, así como disfrutar de los protocolos de red más utilizados.
Una de sus mejores características es que se puede administrar por completo de forma remota desde su panel web. La mejor forma de montar nuestro propio NAS en casa, pero de forma mucho más económica.
Podemos bajar este sistema desde su web.
Android, convierte el Raspberry Pi en un «smartphone»
Seguro que todos conocemos Android, pero lo asociamos a dispositivos móviles. Sin embargo, existen proyectos que se han encargado de llevar este sistema operativo a otras plataformas. Y una de ellas es el Raspberry Pi. Instalando este sistema operativo en el micro-ordenador vamos a poder disponer de todo tipo de aplicaciones y juegos como si los ejecutáramos en nuestro móvil. Estas distros están preparadas también para funcionar con teclado y ratón, e incluso para conectarse a la tele y actuar como centro multimedia.
Eso sí, las distros Android para trabajar con Raspberry Pi no son oficiales. Por lo tanto, puede que algunas funciones (como los Google Play Services) nos den problemas.
Podemos bajar una rom de Android para el Raspberry Pi desde aquí.