Dentro del sector del software, los sistemas operativos se pueden considerar como de los elementos más importantes de los que disponemos en el dispositivo. Son parte fundamental en el funcionamiento tanto de nuestros móviles, equipos de sobremesa, ordenadores portátiles y más.
Si nos centramos en los PCs, desde hace muchos años la propuesta que nos ofrece el gigante Microsoft con su Windows, se encuentra la cabeza. Además, podemos afirmar que está muy por encima en cuanto a penetración de mercado, al resto de propuestas. Sin embargo, a lo largo de los años, al igual que sucede en los tiempos que corren, hay y ha habido otras alternativas muy interesantes.
Con todo y con ello ninguna ha logrado establecerse en el mercado tal y como lo ha hecho el mencionado Windows en sus diferentes versiones y ediciones. Ahora os vamos a hablar de una propuesta que en su momento quiso ser una auténtica revolución e incluso se pensó que podría hacer frente al todopoderoso sistema operativo de Microsoft. En concreto nos referimos a OS/2, un software que vio la luz a finales del siglo pasado.
Primeros pasos de este sistema operativo
Primero nos tenemos que situar en el pasado año 1987 cuando una de las grandes empresas tecnológicas, IBM, tomó la determinación de lanzar su propio sistema operativo. Todo ello con el sano fin de reinventar los equipos de sobremesa de los usuarios de todo el mundo. Básicamente este sistema operativo tenía la intención de convertirse en un serio competidor de MS-DOS y futuros sistemas de Microsoft como Windows. Precisamente de ahí vino la alianza entre IBM y la mencionada Microsoft, algo que a la larga tampoco terminó cuajando.
La primera firma se centraba más en el mercado empresarial, mientras que la segunda lo hacía más en el usuario final. De ahí surgió el mencionado sistema OS/2 1.0 que empezó a verse en determinadas entidades corporativas. Todo esto comenzó con el lanzamiento por parte de cuatro equipos propios basados en este software. De entre sus características principales se destacaba la rapidez, la interfaz y su procesador de 32 bits.
Pero esta unión entre ambas compañías empezó a resquebrajarse cuando Microsoft, al tiempo que apoyaba OS/2, lanzó su popular Windows 3.0, en 1990. Podríamos decir que su interfaz gráfica era similar pero este nuevo software era mucho más avanzado en prestaciones y funciones. A partir de ese instante ambas compañías pasaron de ser colaboradores, a enemigos, y de hecho la propia Microsoft intentó acabar con el sistema de IBM pensando que podía convertirse en un competidor.
OS/2 puso en apuros a Windows
Pese a los avances que nos proponía este sistema operativo, se empezó a criticar por el alto consumo de recursos que llevaba a cabo y que necesitaba para funcionar correctamente. Además, era muy caro con respecto a otros competidores en el mercado.
A pesar de todo IBM quería seguir intentándolo y en el año 1994 lanzaron OS/2 3.0, que se dio a conocer como OS/2 WARP. Cabe destacar que aquí se introdujeron multitud de novedades y facilidades para llegar al sector del usuario final poco experimentado.
Llegados a este punto fue cuando este sistema operativo que os comentamos se convirtió en un competidor real de la propuesta de Microsoft. Todo hasta que el gigante del software se puso serio y lanzó al mercado el añorado Windows 95.
Tras este lanzamiento IBM llegó incluso a lanzar una cuarta versión de su sistema OS/2 Warp, pero Microsoft ya se había comido buena parte del mercado con Windows. A pesar de que IBM abandonó poco después el proyecto, una empresa lanzó OS/2 Warp Convenience Pack con permiso de sus propietarios. Hay que decir que aún hoy en día hay algunas empresas que siguen utilizando equipos basados en este sistema.