Quedan pocos meses para que finalmente podamos tener en nuestras manos la primera de las dos grandes actualizaciones que Microsoft pretende lanzar a lo largo de este año 2017. La primera de ellas será la conocida como Creators Update (Redstone 2), que vendrá cargada de novedades pero en la que también veremos alguna despedida, nos referimos al antaño muy querido Internet Explorer.
Y es que quién no recuerda la enorme cantidad de horas que, a lo largo de los casi 22 años que tiene de vida el popular navegador de Internet de los de Redmond, hemos pasado trabajando con el. Cuando salió a la luz a finales del siglo pasado, los afortunados que ya disponían de una conexión a la Red no tenían muchas más alternativas fiables a la hora de moverse por el extenso mundo que Internet ofrecía, software que en su momento supuso una auténtica revolución. Visto su éxito y gran aceptación, Microsoft no paró de lanzar actualizaciones con multitud de mejoras y nuevas funcionalidades para IE, todo con el fin de ofrecer a los usuarios un navegador cada vez más completo y potente.
Por aquel entonces no teníamos Chrome, ni Firefox, que son los dos grandes competidores actuales de la propuesta de Microsoft, aunque sí que existía una interesante alternativa que, aún sin llegar a la penetración de mercado de Internet Explorer, tuvo un buen número de adeptos, nos referimos a Netscape Navigator. Sin embargo todo lo que tiene un principio, tiene un final. Y es que el navegador de los de Redmond, posiblemente debido a su extendido uso, también se convirtió en el principal foco de los ciberatacantes, convirtiendo este software en una auténtica «diana» contra la que disparar para acceder a los datos de los usuarios.
Internet Explorer, foco de ataques externos
En gran medida por estas razones y a pesar de los esfuerzos que la propia Microsoft fue poniendo para paliar estos innumerables problemas de seguridad, lo cierto es que la fama que en un principio se ganó esta aplicación para Internet, con el tiempo se fue deteriorando. De hecho hasta poco antes de la llegada de Windows 10 con su Edge, para muchos ya se había convertido en un «enorme agujero de seguridad», aunque para otros muchos seguía siendo su referente a la hora de navegar por la Red.
Por lo tanto Microsoft «condenó» a la propuesta que tantas alegrías le había dado en el pasado, dejando paso a su nueva alternativa, Edge, que todo sea dicho de paso, hasta el momento no está teniendo, ni por asomo, el éxito que tuvo en su momento Internet Explorer. Al igual que está sucediendo con Windows 7, paulatinamente la firma quiere que sus usuarios vayan migrando hacia los nuevos lanzamientos, Windows 10 y Edge, aunque les está costando más tiempo y quebraderos de cabeza de los esperados en un principio, sin duda.
El próximo mes de abril IE desaparecerá de la Creators Update, pero seguro que una buena cantidad de usuarios aún lo descargará por su cuenta para seguir usándolo, y es que como se suele decir, “el que tuvo, retuvo”.