Skype es una herramienta fundamental a la hora de comunicarnos a través de Internet. Gracias a este programa podemos comunicarnos con otras personas a kilómetros de distancia. Ya sea por chat, por voz o por videoconferencia, gracias a esta plataforma podremos hablar con nuestros familiares, amigos, o con personas del trabajo como si estuviéramos cerca de ellos. Aunque Microsoft ha trabajado duro para que este programa sea sencillo de usar, muchos usuarios se encuentran con todo tipo de problemas a la hora de ponerlo en marcha, especialmente en Windows 10. Problemas que os vamos a explicar cómo solucionar.
Lo primero que debemos hacer para poder empezar a usar este programa es descargar Skype en Windows y asegurarnos de que tenemos una Cuenta de Microsoft (ya sea de MSN, de Hotmail, de Outlook, etc) con la que iniciar sesión. Skype es totalmente gratuito para todo el mundo, por lo que podremos acceder a su plataforma sin tener que pagar nada.
Si hemos iniciado sesión en Windows con nuestra Cuenta Microsoft, Skype iniciará sesión automáticamente en ella sin tener que introducir un usuario o una contraseña. De no ser así, tendremos que entrar nosotros mismos. Si no queremos utilizar la cuenta de Microsoft asociada a la cuenta, debemos acceder a las opciones de configuración de la aplicación y cerrar sesión con la cuenta del equipo e introducir los datos de la nueva cuenta.
Si vamos a usar este programa solo para chat, en un principio no tendremos que hacer mucho. Sin embargo, si vamos a usarlo para voz o para vídeo, hay unas configuraciones que debemos tener en cuenta.
Todas las opciones de configuración de Skype se encuentran recogidas dentro del menú de Configuración de la app. Para acceder a él simplemente debemos hacer clic sobre los tres puntos que aparecen al lado de nuestro perfil.
Revisar los permisos de Skype en Windows
Uno de los principales problemas con los que se encuentran los usuarios a la hora de usar este software en Windows 10 y Windows 11 es con que, a menudo, no pueden usar el micro y la cámara. Esto puede deberse a varias razones, pero una de las más comunes es un problema con los permisos de Windows 10.
Windows 10 introdujo un sistema de control de permisos similar al de Android o iOS. Para que una aplicación pueda acceder a determinada información (por ejemplo, al micro, a la webcam o a la ubicación) debe tener especificados dichos permisos. Y, además, el usuario tiene que aceptarlos. De no ser así, esos aspectos estarán limitados, es decir, que la aplicación nunca podrá acceder a esa función sin el usuario no lo activa manualmente dentro de las opciones de configuración.
Para revisar los permisos de Skype, lo que debemos hacer es abrir el menú de Configuración de Windows, desplazarnos hasta el apartado «Privacidad» y localizar los permisos que queremos revisar. En nuestro caso, por ejemplo, nos interesan los permisos de micrófono y de cámara.
Debemos asegurarnos en ambos casos de que los permisos están habilitados de manera que la app de Skype pueda hacer uso de esos recursos. De no ser así, debemos activarlos para que pueda usarlos. Y también podemos configurar otros permisos para que la aplicación pueda funcionar mejor, por ejemplo, el acceso a la ubicación o a los contactos, entre otros. Si la aplicación no tiene acceso tanto al micrófono como a la cámara, nunca vamos a poder utilizar ambas funciones a través de Skype o cualquier otra aplicación de videollamadas que tampoco tenga activamos ambos permisos.
En caso de que estemos usando la aplicación Win32 en vez de la UWP, no tendremos permisos por cada app, pero si un interruptor global para permitir o bloquear a todas las aplicaciones. Debemos asegurarnos de que estas aplicaciones tienen permitido el acceso a los recursos.
Comprobar el dispositivo de comunicación predeterminado
Si los permisos están configurados correctamente, puede ocurrir que no estemos usando el micro correcto para usar este programa. Skype usará por defecto los periféricos predeterminados del ordenador. Es decir, si tenemos configurados varios altavoces o cascos, varios micros y varias cámaras web, intentará conectarse siempre por el predeterminado.
Dentro de la configuración de Skype, en el apartado «Audio y vídeo» encontraremos lo siguiente.
Desde aquí vamos a poder configurar el micro y la cámara que queremos usar en este programa. Si vamos a comunicarnos con otros que no sean los predeterminados, entonces debemos seleccionar, de la lista, el periférico que queremos usar.
Ya que estamos aquí, si queremos que la llamada salga por unos cascos concretos en lugar de por los altavoces, también podremos hacerlo cambiando, en «Altavoces», el periférico de salida predeterminado. Generalmente, al conectar unos auriculares, el cambio en la salida de audio se realiza de forma automática, por lo que, en un principio, no debería ser necesario modificar esta función.
Revisar la configuración de micrófono de Windows
Puede ocurrir que el problema no esté en la configuración de Skype, sino que esté dentro de la configuración de Windows. Para revisar esta configuración debemos ir al apartado de «Configuración > Sistema > Audio«, y situarnos en el apartado de «Entrada», donde tendremos los micros que tenemos configurados en el PC.
Lo primero que debemos hacer es abrir la lista de micrófonos conectados e instalados en el PC y seleccionar el que vamos a usar con Skype. Por ejemplo, el de los auriculares.
Una vez seleccionado, podemos hablar por el micro y ver si se mueve, o no, la barra de sonido. Si no se mueve, podemos usar el botón de «Solucionar problemas» para que Windows intente reparar el fallo que nos impide usarlo.
Si se mueve, el micro funciona. Pero puede ocurrir que esté muy bajo y, por eso, los otros apenas nos escuchan. Para ello, pulsaremos sobre «Propiedades del dispositivo» y veremos una nueva página como la siguiente desde la que podremos ajustar el volumen del micro.
Si lo tenemos al 100% pero este se sigue oyendo bajo, entonces podemos probar a aumentar la ganancia. Para ello, hacemos clic sobre «propiedades adicionales del dispositivo» y, en la ventana que nos aparecerá, aumentaremos la ganancia del micrófono para que capte mejor el sonido. Debemos probar hasta que este micro tenga un equilibrio entre volumen y calidad, ya que una ganancia muy alta puede distorsionar el audio.
Con esto ya configurado, ya podemos volver a los pasos anteriores para comprobar que Skype reconoce sin problemas el micro y nos permite usarlo para hablar con los demás. En un principio, si hemos seguido todos los pasos correctamente, no debería haber ningún problema al menos con la aplicación, ya que, además, también debemos tener en cuenta que el problema también se puede encontrar tanto en el micrófono como en los auriculares, problemas de los que hablamos en el siguiente apartado de este artículo.
Comprueba que Skype funciona correctamente con una llamada de prueba gratis
Con los pasos anteriores ya deberíamos tener Skype funcionando correctamente. Antes de intentar hablar con otra persona, dentro del apartado de configuración de este programa podremos encontrar la opción de hacer una llamada de prueba gratis.
Esta llamada nos permitirá probar si el audio de Skype funciona correctamente (es decir, si escuchamos a las otras personas cuando nos llaman), y, a la vez, grabar nuestra voz para ver si las otras personas nos escuchan correctamente.
Si oímos a las otras personas muy bajo, tendremos que subir el volumen de nuestros cascos o altavoces. Y si el problema es al revés, que nos escuchan a nosotros muy bajo, entonces tendremos que volver a los puntos anteriores donde explicamos cómo aumentar la ganancia del micro. Si, aun así, no mejoramos el nivel de sonido de nuestro micrófono, debemos tratar de acercarnos el micrófono a la boca todo lo posible para descargar que pueda ser un problema del propio micrófono y no de la configuración de la aplicación.
Y un fallo muy común entre los usuarios de Skype: si el micro no se oye, puede que, si tiene un botón, lo tengamos apagado. Aunque parezca mentira, comprobar esto en un par de segundos nos puede ahorrar varios minutos de configuraciones. Algunos auriculares, al subir el micrófono hacia arriba, automáticamente se desactivan para permitir al usuario hablar con su entorno sin la necesidad de tener que silenciarse en las llamadas de forma manual a través de la aplicación que esté utilizando, ya sea Skype o cualquier otra.