Los actuales navegadores de Internet del tipo Chrome , Firefox o Edge de Microsoft, son en los tiempos que corren, de los tipos de software más utilizamos. Esto es algo que se hace extensible tanto a las plataformas de sobremesa, como a los dispositivos móviles.
Y es que como la mayoría de vosotros ya sabréis, estos tipos de programa en concreto nos dan acceso al inmenso mundo de Internet y sus casi ilimitados contenidos. Además para todo ello ponen a nuestra disposición una enorme cantidad de funciones integradas, algo que no para de crecer a base de nuevas actualizaciones. De hecho las empresas que se encuentran tras el desarrollo de estas aplicaciones, gigantes como Google, Microsoft o Mozilla, son plenamente conscientes de todo ello.
Es por esta razón precisamente que las actualizaciones para sus proyectos se llevan a cabo cada vez de un modo más frecuente. De hecho la importancia de estas soluciones software no para de crecer, de ahí que tienen que ser lo más seguros y funcionales como sea posible en todo momento. Pues bien, en estos momentos nos vamos a centrar en la propuesta de este tipo que más penetración de mercado tiene, y con mucha diferencia. Con alrededor de un 70% de uso a nivel global, Chrome de Google se sitúa desde hace tiempo a la cabeza de ese sector.
El uso de extensiones es habitual, pero en ocasiones perjudicial
Como sucede con el resto de propuestas, como decimos Chrome está repleto de funciones que nos ayudan en el día a día con el programa. Pero como suele ser habitual en el mundo del software, por muchas actualizaciones y funciones que envíen sus desarrolladores, los usuarios nunca tenemos bastante. De ahí el enorme éxito que con el tiempo han cosechado ciertos elementos que añadimos a estos navegadores web. Estos nos permiten, desde desarrollos de terceros, aumentar de manera considerable la funcionalidad de estos programas. Como os podréis imaginar nos referimos a las populares extensiones.
Estas se pueden utilizar para todo tipo de tareas complementarias, en este caso en Chrome. Así permiten aumentar la seguridad del software, añadir funciones que no tiene, mejorar su aspecto de interfaz, aumentar su funcionalidad, etc. Además a todo esto le debemos sumar lo sencillo que resulta descargar e instalar este tipo de elementos en concreto. Sin embargo, especialmente por motivos de rendimiento, no es recomendable abusar del uso de estos pequeños programas. Con esto lo que os queremos decir es que no es recomendable instalar y tener activas muchas extensiones al mismo tiempo.
Pero con todo y con ello, a pesar de su indudable utilidad, estos elementos de los que os hablamos, no son perfectos, ya que pueden fallar. Además los motivos de ello pueden ser de lo más variado, como veremos a continuación. Es por todo ello que en estas mismas líneas os vamos a hablar de las posibles soluciones de las que podéis echar mano ante el fallo de que una extensión no se pueda cargar en Chrome.
Soluciones para el error