Dentro de la inmensa cantidad de apps que tiene para nosotros Windows, hay una que sirve para abrir cualquier archivo sospechoso, o en su caso navegar por cualquier web, sin temor alguno a que nuestro PC se infecte. Pero curiosamente, esta función tan potente es del todo desconocida: hablamos de Windows Sandbox.
Windows Sandbox crea un entorno aislado de manera temporal que utiliza una copia del sistema y se elimina automáticamente cuando lo cerramos. Esta mecánica hace que cualquier amenaza que aceche a tu sistema operativo quede totalmente encerrada en ella. Por ejemplo, si sospechas de que te han enviado un archivo importante, pero puede contener malware, puedes abrir Windows Sandbox y descargarlo y ejecutarlo desde ahí. Y puede tener todo el malware del mundo porque te va a dar exactamente igual. Cualquier cosa que se ejecute se va a quedar encerrado en esta «caja de arena».
Como ves, es una jaula perfecta perfecta y totalmente segura que se separa del funcionamiento principal de Windows, y nos protege contra todo. Y activarlo es bastante sencillo, lo único que necesitas es tener una copia de Windows 10 u 11 en sus versiones Pro o Enterprise, para luego seguir una serie de pasos de activación.
Qué es Windows Sandbox
Windows Sandbox es una máquina virtual que crea nuestro propio sistema operativo Windows. Y está pensada específicamente para crear un sistema totalmente aislado para ejecutar de manera segura aplicaciones y archivos. Cada una de estas sesiones es temporal, por lo que todo lo que instales o ejecutes se esfuma en cuanto cerramos Windows Sandbox
Beneficios de utilizarlo
- Seguridad total. Incluso si el archivo que abrimos está infectado, nos va a dar exactamente igual, porque Windows Sandbox se encarga de aislar todo nuestro sistema operativo principal. Podría decirse que es un campo de pruebas perfecto.
- Prueba de archivos. Ateniéndonos a lo último que hemos dicho, es ideal si tienes archivos .exe de dudosa procedencia, pero pasa lo mismo para los documentos que hayamos descargado o incluso páginas webs que nos despiertan sospechas.
- Ligereza. No es solo que ya venga incorporado con Windows 10 u 11 (aunque tengamos que activarlo), es que además funciona muy rápido y no tenemos que instalar nada extra.
Cómo activar Windows Sandbox
Para activar esta funcionalidad, solo has de cumplir un requisito: tener Windows 10 u 11 en su versión Pro, Enterprise o Education. Pero además, debes tener habilitar la función Hyper-V y tener la virtualización activada, ambas opciones desde se configuran en la BIOS.
Si lo cumples, solo tienes que ir al buscador de la Barra de tareas y escribir «Activar o desactivar características de Windows». Verás que se desplegará una lista ante ti, así que solo has de bajar hasta la opción llamada «Windows Sandbox», tal y como ves en la imagen:

Márcala como activa y acepta para terminar con el proceso.
En este punto has de reiniciar tu PC, y una vez hecho, podrás buscar Windows Sandbox desde el propio menú de Inicio, se ejecutará como si fuera una app cualquiera. Cuando lo abras, verás una versión básica de Windows 10 u 11, según tengas, donde puedes arrastrar y soltar cualquier archivo o instalar los programas que quieras. Por muy sospechoso que sea, no temas.
Todo lo que hagas en este espacio se va a borrar una vez que cierres la ventana, y no va a dejar ningún tipo de rastro. Por lo tal, es un campo de pruebas perfecto para que tu PC no pise ninguna mina.