Todos tenemos claro que en el mundo del software, por lado nos encontramos en un PC con el sistema operativo como tal, y por el otro los programas que instalamos en el mismo. La mayoría de las veces usamos Windows, sistema que además necesita de multitud de componentes internos para ofrecernos los resultados que presenta.
Os contamos todo esto porque a continuación os vamos a hablar de una serie de elementos software que muchas veces nos pasan desapercibidos pero son muy importantes. En concreto nos referimos a los controladores o drivers que usa el propio sistema. Para lo que no lo sepáis, al hablar de estos elementos, realmente nos referimos a una serie de pequeños programas que son responsables de que el sistema operativo sea capaz de reconocer y controlar los componentes del PC. Aquí entran en juego todos los componentes hardware que forman parte de nuestro equipo.
En el caso de que no dispongamos de esto drivers que os comentamos, no podríamos usar la tarjeta gráfica, ni la de red, discos duros, sistema de audio, etc. Por tanto, como os podréis imaginar, el hecho de mantener los drivers actualizados es una de las tareas de mantenimiento más importantes. Con esto lo que realmente logramos es que el funcionamiento del ordenador en conjunto sea el más óptimo.
Cierto es que el propio Windows cuenta con una serie de drivers genéricos que se instalan en el ordenador junto al sistema. Sin embargo no es menos cierto que generalmente es recomendable usar los propios de cada fabricante hardware para sus componentes. Es por ello por lo que ahora os hablaremos de las ventajas que obtendréis por el simple hecho de mantener actualizados estos drivers a los que nos referimos.
Los componentes hardware funcionan como deben
Como os comentamos antes, estos controladores son los que permiten que el hardware del equipo funcione como es debido. Por tanto al mantenerlos actualizados, logramos que todos ellos funcionen tal y como su fabricante espera en los equipos basados en Windows, con los beneficios que esto nos aporta en la mayoría de los casos.
Configurar los componentes con el software del fabricante
Además en multitud de ocasiones, esos drivers adjuntan algún pequeño software adicional que nos permite adaptar o configurar el componente un poco más. Con todo ello lo que logramos es que la gráfica o la tarjeta de sonido, por ejemplo, funcionen de un modo más acorde a las necesidades del usuario. Asimismo podremos adaptar todo ello al resto de elementos que formen parte del PC.
Evitamos problemas de incompatibilidades en Windows
A su vez, con este tipo de acciones de actualización, logramos evitar las temidas incompatibilidades entre componentes que se puedan dar en Windows. Y decimos temidas porque las mismas se pueden dar en cualquier momento y con cualquier elemento. Esto se traduce en que de buenas a primeras deja de funcionar el Bluetooth, el audio, el ratón, etc. Esto es algo contra lo que luchan los fabricantes a base de nuevas actualizaciones de controladores para sus productos.
Aprovechamos las últimas funciones lanzada para los componentes
Y no solo se envían a los equipos para eso, sino que estos componentes igualmente pueden aumentar, optimizar o mejorar su funcionamiento con solo actualizar su driver. Así, sin tener que comprar un modelo nuevo, obtendremos una funcionalidad más avanzada en cualquier producto instalado en el equipo, todo a través de su software propietario.