Chrome, a pesar de ser el navegador con mayor cuota de mercado, no es, ni mucho menos, el mejor navegador del mercado, sin embargo, se ha ganado una gigantesca base de usuarios gracias a Android y al buscador Google, usuarios que no están dispuestos a renunciar a todo los que ofrece, aunque esas funciones funcionalidades también estén disponibles en otros navegadores.
Teniendo en cuenta la fidelidad de muchos usuarios a Chrome, si no queremos que deje de funcionar o lo haga de forma errática, debemos seguir una serie de consejos para mantenerlo siempre en forma.
Limitar el número de extensiones
Las extensiones de los navegadores están muy bien para añadir funcionalidades especiales a los navegadores. Sin embargo, abusar de estas pequeñas aplicaciones es perjudicial para el navegador. Cuanto mayor es el número de extensiones, el tiempo necesario para iniciar Chrome se prolonga innecesariamente. Además, algunas extensiones no se llevan bien con otras, por lo que pueden entrar en conflicto y afectar al rendimiento del navegador, obligándonos a restaurar de cero Chrome para solucionar con los problemas. Dentro de las opciones de configuración de Chrome, podemos activar y desactivar manualmente las extensiones que queremos que estén en funcionamiento en Chrome. De esta forma, podemos utilizar las extensiones que queremos de forma puntual y desactivarlas una vez ha finalizado su uso para que el rendimiento del navegador de Google no se vea afectado.
Reducir el número de pestañas abiertas
Chrome nunca se ha caracterizado por ser un navegador que cuide por los recursos del sistema. Conforme vamos abriendo nuevas pestañas, el consumo de los recursos del sistema de Chrome se va incrementado considerablemente, ya que tiene la manía de mantener actualizadas las pestañas en segundo plano, un proceso innecesario si no necesitamos la información que contiene esa pestaña. Es por esto, por lo que, siempre que sea posible, debemos reducir el número de pestañas abiertas en Chrome para mantener el mejor rendimiento posible y evitar que nuestra experiencia de uso se vea afectada.
Actualizar a la última versión
Con cada nueva versión de Chrome, Google implementa mejoras no solo en seguridad para parchear los agujeros de seguridad sino también para implementar mejoras de rendimiento que permiten al navegador ser más eficiente tanto en cuanto a recursos como en cuanto a consumo energético. Pero, además, también se incluyen nuevas funcionalidades que, en ocasiones, están ocultas o en fase de prueba. Cada vez que iniciamos Chrome, el navegador comprueba si existe una nueva versión de Chrome para descargarla e instalar. Sin embargo, no siempre funciona. Para comprobar que tenemos instalada la última versión de Chrome, accedemos a las opciones de configuración del navegador y pulsamos en Información de Chrome.
Limita el número de aplicaciones abiertas
Cualquier aplicación que abramos en nuestro equipo, consume una serie de recursos y memoria RAM que podemos destinar a que Chrome funcione de una forma mucho más fluida. Si no es necesario mantener aplicaciones abiertas en segundo plano porque ya no las vamos a utilizar, es recomendable cerrarlas para así liberar memoria y que Chrome funcione de una forma mucho más fluida.
Activar la aceleración por hardware
La aceleración por hardware de Chrome echa mano de todos los recursos del equipo para que el proceso de carga de las páginas web que vistamos sea más rápido. De esta forma, evitamos que todo el trabajo de gestión y carga de las pestañas caiga sobre el procesador de nuestro equipo. Al activar la aceleración por hardware, el trabajo de mantener en funcionamiento Chrome se lo reparten la gráfica (no hace falta que sea una dedicada) y el procesador. Esta función se encuentra disponible dentro de las opciones de configuración de Chrome, dentro de la sección Sistema.