Uno de los principales objetivos que tienen los programas que se centran en el diseño de presentaciones multimedia como PowerPoint, es el atractivo. Con esto queremos decir que además de poder crear presentaciones funcionales, deben ser llamativas y atractivas visualmente hablando.
Para ello sus desarrolladores, como sucede en este caso con Microsoft, ponen a disposición de sus clientes multitud de funciones y objetos para usar en estos proyectos. Si hay un líder en este sector en concreto ese es el mencionado PowerPoint, un programa que ha venido mejorando sustancialmente a base de actualizaciones. Forma parte de la suite ofimática de la firma, Office y se usa en millones de ordenadores en todo el mundo.
Estas presentaciones que diseñamos aquí se pueden usar tanto en entornos corporativos como domésticos o relacionados con la educación. Sea como sea el tipo de trabajo que vamos a realizar, al tratarse de una presentación multimedia buscamos llamar la atención de los espectadores. Pero claro, no siempre podemos utilizar los mismos elementos, ya que debemos tener cuidado con el uso de todo lo que nos ofrece este programa.
Un claro ejemplo de todo ello lo encontramos con las conocidas como transiciones. Estas las solemos utilizar en el paso de una diapositiva a otra para dar a esta acción un atractivo adicional. Pero al mismo tiempo deberíamos tomar algunas precauciones a la hora de utilizar estas transiciones de las que os hablamos. Os decimos todo esto porque en ocasiones se puede convertir más en un elemento disuasorio que atrayente, dependiendo de cómo lo usemos.
Elegir bien el tipo de transición en PowerPoint
Lo primero que debemos saber En este sentido es que el programa de Microsoft nos propone una buena cantidad de elementos de este tipo. Por tanto, merece la pena probar algunas de las muchas transiciones entre diapositivas que tenemos al alcance de la mano en PowerPoint. Sin embargo, también es verdad que no todas son adecuadas para todo tipo de entornos o modos de uso. Sirva como ejemplo que las hay realmente espectaculares y llamativas que quedarían un tanto ostentosas en presentaciones profesionales.
Y es que no es lo mismo realizar una presentación multimedia para unos clientes de tu empresa, que para los compañeros de clase o los amigos. Es por ello por lo que recomendamos probar, antes de tomar una decisión definitiva, entre varias de estas transiciones y pensar el público hacia el que se dirigen. De hecho, el propio programa nos presenta varias categorías en este apartado tales como Sutil, Llamativo o Contenido dinámico.
Intentar utilizar siempre el mismo formato
De igual modo también os recomendamos mantener un equilibrio entre las diferentes diapositivas que formen parte de nuestra presentación. Esto es algo que está extensible también a las transiciones que vamos a utilizar entre los elementos mencionados. Con esto es lo que os queremos decir es que, aunque parezca muy divertido y atractivo utilizar una transición para cada pase entre diapositivas, no siempre es lo más recomendable.
A nivel personal o para proyectos relacionados con el ocio, puede ser divertido. Pero para presentaciones un tanto más formal lo más recomendable es utilizar siempre el mismo formato que hayamos elegido inicialmente.
Evitar las transiciones aleatorias
Otro de los elementos en este sentido que igualmente nos ofrece el programa de Microsoft es el uso de la función llamada Transiciones aleatorias. En el caso de que busquemos ganar tiempo en el proceso de diseño de la presentación o sencillamente estamos haciendo pruebas, esta es una buena elección. Sin embargo, para nuestro proyecto final antes de ser presentado a nuestro público, esta es una funcionalidad que deberíamos evitar.
La razón de todo ello es bastante evidente, ya que con esto activado es el propio programa el que toma la decisión de implementar una transición u otra, lo que no será la mejor idea para los proyectos más formales.