El DNI, Documento Nacional de Identidad, es algo que, según su definición, es «personal e intransferible». Es decir, es nuestro, y nadie más tendría por qué saberlo, a parte, por supuesto, de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Sin embargo, en los últimos años nos ha dado por facilitárselo a todo el mundo, incluso en Internet, sin pensar en los peligros de que alguna persona, con malas intenciones, decida usarlo para su propio beneficio.
Siempre y cuando la Policía o Guardia Civil nos pida nuestro DNI tenemos que facilitárselo. Ahí no hay otra. Ya puede ser físicamente, o mediante el número para que ellos hagan la búsqueda correspondiente. Luego, también debemos usarlo siempre que vayamos a contratar servicios bancarios, luz, gas, Internet… pero poco más. Cuanta menos gente conozca nuestro DNI, mejor.
Los problemas de facilitar datos a terceros
El problema es que, en los últimos años, hemos decidido regalar nuestro número de identificación a todo aquel que nos lo pida. Ya sea una web el Internet para comprar un libro, o el propio repartidor de Correos, o Amazon. Lo mejor de todo es que solo nos piden el número, lo apuntan, y se marchan. Nunca comprueban que realmente el número que damos es el nuestro. Entonces, ¿qué finalidad tiene?
Hace unos días saltaba una noticia en la que un ciudadano normal denunciaba que unos estafadores se habían hecho pasar por él en el banco y le robaron todos sus ahorros. ¿Y cómo es posible? Muy fácil: hackearon cualquier web donde esta víctima había introducido sus datos personales (nombre, dirección, teléfono, DNI) y, mediante ingeniería social, se hicieron pasar por él en el banco para sacar todo el dinero. Es por ello por lo que la AEPD se ha puesto seria y ha empezado a perseguir el uso indiscriminado del DNI, como hacer fotocopias cuando, por ejemplo, hacemos el check-in en un hotel. Todas estas fotocopias de los DNI se guardan en un servidor de forma ilimitada. Y la pregunta no es si las usarán o no para otros fines (como venderlos a terceros), sino ¿cuándo se filtrarán a través de una brecha de seguridad? Porque pasar, va a pasar. La cosa es cuándo.
Evitar dar el DNI al recibir un paquete
Desde hace tiempo, yo ya no facilito el DNI a cualquiera. Y sí, eso me ha traído más de un problema que ha desencadenado en tener que mediar con la Policía. Ha habido repartidores que se han negado a entregarme paquetes, y hoteles donde solo me han dejado entrar después de que la Policía Nacional llegara para mediar.
Pero, a pesar de todo, me niego a que gente tenga accedo a mi DNI. Recuerda que un repartidor, solo por el hecho de traerte un paquete a casa, ya tiene tu nombre, dirección y número de teléfono. Solo falta el DNI, que se lo facilitas tú.
Para evitar problemas, y que todos estemos contentos, desde hace ya un tiempo he recurrido a la técnica de usar un número de DNI falso. El problema es que no te lo puedes inventar así como así, ya que el número y la letra se generan a partir de un algoritmo y, si no coincide, dará error. Para ello, lo que hago es recurrir a un generador de DNI, una herramienta que genera números de identidad aleatorios, y válidos, para poder introducirlos en una web o dárselos al mensajero cuando te deje el paquete.
¿Es ilegal, o puede traernos problemas? No. Ilegal es lo que hacen las compañías al pedirnos los DNI de manera indiscriminada, guardarlos sin respetar la ley de protección de datos y venderlos al mejor postor. Delito sería la falsedad documental delante de las autoridades. Pero ni los recepcionistas de un hotel, ni los administradores de una web, ni tampoco los repartidores de Correos ni Amazon, son autoridades. Además, estas webs, que se encuentran con una simple búsqueda en Google, no nos permiten generar documentos falsos, sino que solo generan un número, y nos permiten verificar si un número (que nosotros metamos a mano) es válido o no. De esta forma podemos hacernos con nuestro DNI alternativo para facilitar a toda esa gente que no tiene por qué conocer nuestro número de identificación real.
El DNI, solo a la Policía, Guardia Civil o Hacienda. Para todo lo demás, ante la desprotección de la AEDP y de las autoridades, hay que buscarse la forma de protegerse a sí mismo. Y esta no es otra cosa que una forma más de sobrevivir.
Cómo proteger el DNI al compartirlo online
Con todo y con ello en ciertas ocasiones nos vamos a ver en la obligación de enviar este documento oficial identificativo para algunas tareas a través de Internet. Seguro que en multitud de ocasiones os han solicitado enviar ambas caras del DNI escaneadas por ejemplo a la hora de reservar un billete de avión, de tren, o una habitación de un hotel, por ejemplo. En este caso lo mejor que podemos hacer es proteger en la medida de lo posible determinados datos privados expuestos aquí.
Ya con esto nos referimos a que, una vez tengáis la imagen digitalizada de ambas caras, deberéis ocultar o difuminar aquellos datos del carnet de identidad que no sean necesarios. Cuanta menos información proporcionemos, tal y como os hemos contado antes, mejor que mejor. A pesar de todo ello y siempre que sea posible, deberíamos intentar evitar compartir copias de este importante documento tan personal.