Bizum se ha convertido en una de las formas más rápidas y cómodas para realizar pagos entre particulares o en tiendas y comercios. Basta con tener el número de móvil de la otra persona para que, en 10 segundos, el dinero esté en su cuenta. Sin transferencias. Sin comisiones. De forma segura y sin facilitar ningún dato personal. Pero siempre puede haber errores. Y, un error al mandar un Bizum, puede salirte muy caro.
Aunque Bizum tiene muchas ventajas, una de sus virtudes es, también, una de sus mayores limitaciones: la instantaneidad. Cuando hacemos un pago con esta plataforma, el dinero sale de nuestra cuenta y aparece en la cuenta de la otra persona en segundos. Y, por motivos obvios, el dinero no se puede extraer así como así de la cuenta de otra persona.
Cuando vamos a hacer un Bizum, la propia app nos permite elegir el número de teléfono al que vamos a mandar el dinero. Este número lo podemos meter a mano, o sacar directamente de los contactos. Y no solo eso, sino que, antes de confirmar el pago, también podemos ver el nombre y las iniciales de los apellidos de la persona que va a recibir el dinero.
Este es el momento clave en el que debemos asegurarnos que estamos mandando el dinero a la persona correcta. Tras una doble verificación del contacto, nombre de la persona, e importe, firmaremos la operación y, acto seguido, el dinero estará en la cuenta de la otra persona.
Pero, si justo después te has dado cuenta de que te has equivocado, entonces tenemos una noticia mala y una buena. La mala, es que un Bizum no se puede cancelar, de ninguna manera. No estaría mal tener un botón, como en PayPal, que fuese reembolsar el pago, ya que facilitaría mucho las cosas. Ni siquiera aparece en la cuenta del destinatario la opción de devolver o reembolsar. Aunque, siendo sinceros, si apareciese un botón como ese perdería la esencia de lo que realmente es esta plataforma.
La buena, que hay otras formas de intentar recuperar el dinero. No hay nada seguro, y dependeremos completamente de la buena voluntad de la otra persona. Pero, casi siempre, terminaremos por conseguirlo.
Las tres formas de recuperar el dinero de un Bizum
Lo primero que debemos hacer es intentar ir de buenas y hablar con la otra persona. Basta con escribirle un WhatsApp, o llamarle por teléfono, y explicarle que ha sido un error y que, por favor, nos devuelva el dinero. Por lo general, salvo que nos llevemos a malas con esa persona (y, en cuyo caso, no tiene sentido tener su móvil guardado en nuestra agenda), no debería haber problemas. Pero, si la persona no es tan amiga, o es un desconocido, la cosa se va a complicar.
La segunda de las opciones es ponernos en contacto con el banco, y explicarles el error. Lo más probable es que el banco no ayude, ya que no es responsabilidad suya. Y tampoco va a intervenir la transferencia. Lo que sí nos puede hacer, en caso de que seamos buenos clientes, es ayudarnos a presentar una reclamación ya algo más formal con el fin de que la otra persona acceda a devolver el dinero.
Por último, aunque no menos importante, siempre nos queda poner una denuncia para ir a juicio. Es importante destacar que esto va a tener unos costes bastante grandes. Pero, si el importe de la transferencia superaba los 400 euros, la otra persona se enfrentará a un delito de apropiación indebida. Y al final, a parte de devolvernos el dinero, tendrá que hacer frente a otros gastos adicionales, como las costas del juicio. Por tanto, seguro que se lo piensa dos veces.
¿Tengo que devolver un Bizum que no es mío?
Explicado lo anterior, también puede darse el caso contrario: que recibamos un Bizum de una persona que no conocemos por error. Si la persona es conocida y de fiar, nos llevemos bien o mal, siempre deberíamos devolverlo. En caso contrario, podrían darse cualquiera de las situaciones que hemos explicado en el punto anterior. La forma más rápida de hacerlo es, a partir del número de teléfono, hacerle otro Bizum a él.
Si la persona es alguien desconocido, la cosa cambia. Y, nuestra recomendación personal, es que le pidamos a la otra persona una reclamación formal (por ejemplo, un Burofax) donde se explique claramente qué es lo que ha pasado. Cuando lo tengamos, podemos devolver el dinero, pero nos cubriremos las espaldas en caso de que sea una estafa o haya otros problemas derivados de hacerlo. Obviamente, el burofax nos cubre las espaldas, pero conlleva un gasto para la otra persona, por lo que, dependiendo de la cuantía, puede, o no, merecerle la pena.
De todas formas, si se dan estos casos, es muy importante prestar atención a las posibles estafas que pueden tener lugar. Por ejemplo, es común que, en vez de mandarnos un Bizum, nos manden una solicitud de dinero. Y, si encima les hacemos un segundo Bizum por intentar ser buena gente, perderemos el doble de dinero. Mucho cuidado con esto. Y, siempre, previo aviso al banco, porque en caso de que caigamos en una de estas estafas, por intentar ser buena persona, recuperar nuestro dinero ya no va a ser tan complicado, y casi casi podemos darlo por perdido.
Una función pendiente
No podemos negar que Bizum ha cambiado la forma de enviar y recibir dinero. Casi todo el mundo en España lo utiliza para enviar dinero a familiares y amigos, e incluso para pagar en tiendas y comercios. Es cómo, rápido, no tiene comisiones… lo tiene todo. O, más bien, casi todo.
Desde su lanzamiento, los usuarios se han quejado de la falta de medidas de seguridad a la hora de protegerse de estafas o a la hora de intentar recuperar el dinero si nos hemos confundido de destinatario. Otras plataformas de pago similares, como PayPal, sí que tienen una capa de protección extra en este sentido, sobre todo a la hora de realizar pagos por bienes o servicios. Aunque nos cobren una comisión, en PayPal podemos elegir enviar dinero como profesionales para que, si hay un problema, podamos reclamar y tengamos probabilidad de recuperar nuestro dinero. Con Bizum, esto es imposible, y una vez enviado el dinero ya no podremos recuperarlo de ninguna manera.
Lógicamente, es algo complicado, ya que tendrían que lidiar también con los abusos de algunos usuarios en caso de permitir dicha recuperación. Pero esperamos que, en el futuro, cuenten al menos con alguna capa de protección más o alguna facilidad para poder recuperar el dinero en caso de que nos engañen o nos equivocamos al mandar el dinero.